Cuando se huele la recesión, la moda tiende a alejarse del maximalismo para centrarse en la calidad y la durabilidad, que es la Normcore actual

Se multiplican los llamamientos en favor de una moda tranquila e incluso de un lujo tranquilo, de lo que se viene denominando la tendencia Normcore o Quiet Luxury, propia de épocas en la que se huele la recesión. El último que tenemos sobre la mesa es una proclama de Jashmine Glasheen, publicada en The Robin Report, que sintetizamos a continuación.

En 2023, la sencillez es una rebelión. Hablamos de la tendencia que TikTok denomina la old money aesthetic, o estética del dinero añejo. Si BarbieCore es la antítesis del estilo gótico, Quiet Luxury es la antítesis del maximalismo Y2K que saltó a la palestra el año pasado. El movimiento del lujo tranquilo es la última prueba de ello.

Pero, ¿es realmente la estética del dinero añejo el resultado de la fijación de nuestra cultura por los ricos, o crea un campo de juego más amplio al promover modas de diseño modesto que priorizan la función sobre la forma?

Los consumidores suspiran por una vida de comodidad tranquila, ajena al caos y al desorden. En este entorno, programas como Succession afianzan el gusto por el lujo tranquilo.

La ostentación de la riqueza ha caído en desgracia. El dinero habla, pero la riqueza susurra. Es esperar que tanto los consumidores con aspiraciones como los adinerados vistan prendas básicas monocolor de cachemira y lino y camisetas lisas pero confeccionadas con tejidos refinados.

Las modas extravagantes y la logomanía parecen ya fuera de lugar en una sociedad atenazada por una recesión. Los artículos con logotipos ya no son el símbolo de riqueza que eran antes. Como reacción a los logotipos descarados, se impone el consumo discreto. El lujo discreto se centra en prendas que son una inversión y que perdurarán en el tiempo. Constituye el contrapunto a la moda de relumbrón.

Normcore, lujo tranquilo
Un conjunto Normcore actual: el lujo discreto

El lujo tranquilo, en tiempos de recesión

McKinsey ha predicho que las ventas de moda de lujo crecerán entre un 5% y un 10% en Estados Unidos, porque los superricos no se verán afectados por la recesión mundial, o incluso se beneficiarán de ella. El precio de todos los productos de moda –y de sus tejidos- seguirá subiendo durante los próximos años.

Es posible que pronto veamos cómo el sector de la moda se aleja de la logomanía para valorar el tejido y la artesanía por encima de los detalles llamativos. Dar prioridad a la experiencia de una prenda por encima de su marca encajará con la mentalidad de los consumidores de las próximas generaciones. La funcionalidad del producto importará más que el bombo que se le dé.

El lujo silencioso es también un movimiento para volver a lo básico. El lujo tranquilo se centrará en la calidad del producto y encaja con el minimalismo de las etapas de recesión. Actualmente, ya vemos en las alfombras rojas y en las influencers, una tendencia a un denominador común: poca o ninguna joya, jerséis básicos y camisas abotonadas, todo ello acompañado por bolsos minimalistas y prácticos.

A medida que los consumidores de rentas medias/bajas ahorran dinero para mitigar el creciente coste de productos esenciales, los detallistas que atienden a este sector tendrán que volver a competir basándose en el valor de sus productos: sus componentes, su sostenibilidad y la reputación de su marca. Si lo consiguen, seguirán gestionando el gasto de los consumidores de rentas medias.

Normcore, lujo tranquilo
Bolso de Prada, en nylon regenerado, otra muestra del lujo tranquilo

Moda uniformada frente a individualismo

Ahora que la moda uniforme ocupa todavía un lugar central, los clientes irán mostrando poco a poco su personalidad de forma diferente. Ya no invertirán en prendas y accesorios con colores intensos, eslogans de temporada, y el rosa neón que imponen las normas de género. La moda virará hacia una simplicidad militar. La individualización se manifestará sobre todo en los peinados y cosméticos.

En este nuevo mundo, nos centraremos en la supervivencia, la calidad y la durabilidad. No en el gasto innecesario ni en la promoción de marcas ni en prendas baratas que solo llamen la atención. Aunque los que puedan permitírselo seguirán gastándose 450 dólares en una camiseta, será casi indistinguible de lo que se puede encontrar en cualquier gran almacén. La nueva cara del lujo es, paradójicamente, bastante humilde.

+Info: https://www.therobinreport.com/quiet-luxury-the-new-face-of-normcore/

Pinker Moda

03.07.2023