Con Octogarn -y gracias a una ayuda del Ministerio alemán de Economía- esperan crear un hilo textil que no se moja.

Alexandra Plewnia, Melanie Jakubik y Sarah Neumann (antiguas alumnas de la Hochschule Niederrhein y de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Aquisgrán) están embarcadas en el proyecto Octogarn. En él desarrollan una auténtica innovación en el sector textil: un hilo que no se moja. Suena utópico ponerse el bañador, meterse en el agua y salir seco, pero pronto podría hacerse realidad.

De izquierda a derecha, Sarah Neumann, Alexandra Plewnia y Melanie Jakubik, las tres creadoras de Octogarn.

El proyecto Octogarn parece tan prometedor que ya está recibiendo una financiación de 1,84 millones de euros del programa EXIST (Start-ups from Science), del Ministerio alemán de Economía. A partir de noviembre, el actual equipo se completará con Melanie Jakubik, que será responsable del área tecnológica.

El hilo que está desarrollando Octogarn no contamina, es sostenible, aísla del frío, transpira y reduce la fricción. Funciona de forma similar al efecto loto, es decir, repele el agua. Pero tiene un valor añadido decisivo: ni siquiera se moja. Esto significa que si un tejido hecho con él se sumerge completamente en agua, permanece seco. Es un efecto apenas conocido en el sector textil, afirma Alexandra Plewnia. En la actualidad, muchos textiles repelentes al agua se fabrican acabándolos con productos químicos como fluoropolímeros. Las alternativas ecológicas son más respetuosas con el medio ambiente, pero a menudo no lo bastante potentes. Octogarn pretende resolver ambos problemas.

Una idea cultivada durante el Master

Plewnia investigó sobre ese hilo que no se moja durante sus dos años de máster en la Facultad de Tecnología Textil y de la Confección. Su interés despertó cuando cursó la asignatura optativa de nanotecnología y abordó el tema de la funcionalidad. Su idea ganó el concurso Batalla de Ideas de la Universidad en 2022. Destinó los 20.000 euros del premio a registrar la patente.

La start-up quiere producir el hilo y venderlo a empresas. El Octogarn podría utilizarse  puede utilizarse en diferentes aplicaciones (prendas de exterior, equipos de protección, sector naval, etc.).

El hilo acabado, sin embargo, aún no existe. Sus creadoras usarán los 1,84 millones de euros para desarrollar un prototipo antes de que finalice el periodo de financiación, en febrero de 2026. Lo utilizarán principalmente para gastos de personal, pero también para comprar una nueva máquina.

Sin coraje, el conocimiento es estéril. Ya lo decía Baltasar Gracián. Una cita que se aplica perfectamente al que desarrolla este nuevo hilo, afirma el Prof. Dr. Robert Groten, responsable del proyecto Octogarn. Se necesita mucha paciencia y muy buena planificación para llevar adelante este proyecto. Además, ellas están poniendo todo su corazón.

+ Info: https://www.hs-niederrhein.de/startseite/

29.11.2023