Origami textil en Muchafibra
El origami es una manualidad japonesa con papel que se enseña en las escuelas para crear nuevas formas a través de pliegues y volúmenes, pero ahora imaginemos que esa técnica la trasladamos al 3D y sobre un cuerpo humano para convertirlo en un vestido. Shingo Sato es maestro en esta original manera de crear nuevas dimensiones, muy al estilo japonés, donde el volumen es un elemento fundamental.
Su método se basa en la reproducción de formas que nacen de la misma prenda, empleando trazos y cortes específicos que hacen alusión a la arquitectura y al espacio. Es la llamada técnica de la “Reconstrucción Transformacional”, que se basa en transformar, innovar y reconstruir figuras. Para ello, suprime las pinzas y las líneas de costura indispensables en las prendas de vestir y las reemplaza por cortes asimétricos, geométricos, circulares o cualquier volumen que se le antoje. Rompiendo así con los métodos tradicionales de patronaje y creando una ilusión nueva donde la geometría y el conocimiento de la anatomía humana son sus principales fuentes para crear como un lienzo en blanco. El maestro japonés es reconocido mundialmente y ha llevado su enfoque creativo a las escuelas de mayor tradición y prestigio, pasando por Parsons The New School for Design, la mismísima Central Saint Martins, Marangoni, Bunka Fashion College o la Paris College of Art, entre otras. Después de formarse en Japón, se trasladó a París para terminar sus estudios, y se convirtió, durante cuatro años, en asistente del diseñador Azzedine Alaïa. Después trabajó con el diseñador italiano Nicola Trussardi durante dos años más, momento en que le llegó la revelación de su papel en la moda: en la investigación de la técnica, el mundo de los patrones y de la creación. Se ha convertido en un maestro de la técnica que comparte en las más prestigiosas escuelas con alumnos de todo el mundo, a los que invita a experimentar y romper con las reglas. Shingo Sato tiene una fuerte vinculación con el taller Muchafibra desde que una de sus alumnas, Virginie Verrier, directora de la asociación, lo descubrió y le invitó a impartir clases en la escuela. Desde entonces, suele visitar asiduamente Muchafibra como residente y hacer uso de las instalaciones en el espacio de co-working, así como compartir su talento con los alumnos del centro.
* Para más información: https://muchafibra.com