La asociación valenciana propone cuatro temas agrupados en dos ámbitos, el de la esfericidad y el de la fractalidad.
ESFERICIDADEgotactilidad: Es una búsqueda de la calma de mente y cuerpo, traza un clima de serenidad y tranquilidad a través de un exotismo refinado y un hedonismo discreto. El confort se convierte en concepto esencial y el diseño se pone a su servicio. Las texturas toman como referencias los tactos jabonosos y la humedad, intervienen las superficies metálicas, los efectos ópticos y los brillantes. Los tejidos ganan flexibilidad y los adornos, discreción. Imperan los estampados marineros inspirados en el Lido de Venecia, los blancos y azules de los mosaicos de la antigua Roma, la blancura de los polvos de talco… Las formas son sobrias y geométricas, en un retorno al trazo escandinavo. Recuperan también importancia lo transformable.

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Nautilusinuosidad: Tema en el que se reivindica la Naturaleza, tanto desde una perspectiva naïf y delicada de jardín botánico hasta una de rural y tradicional. Priman así los estampados de flores naïf, flores secas y pétalos de plástico o de látex, las materias naturales, como el lino, el yute, el ramio, el algodón, la rafia, o los tejidos abiertos, como redes o percales, o finos y elegantes, como popelines o tafetanes. La paleta de color abarca toda la gama de tonos naturales, los estivales tonificados y lo vitaminados. Las formas se inspiran en la espiral.
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FRACTILIDADFascinalidad: Evoca el universo latino americano. Recupera sus elementos religiosos y fetichistas, una tradición popular barroca y su vez austera, entran en juego lo popular y lo colonial, transforma los artículos retro y los trofeos añejos en un vitage ethno. En cuanto a las materias, se opta por la acumulación y superposición: se mezclan transparencias, se apilan los tejidos o se presentan por capas.Introduce diseños de jacquard, arabescos, brocados y bordados. Prima la repetición, la abundancia y la multiplicidad, el exceso y la sobrecarga. Opta por los tejidos nobles y naturales, la lana fría, el algodón, el lino y la seda. Destacan los colores ardientes y pasionales, como el rojo chile, con apuntes de azul y amarillo oro. En cuanto a las formas, son tan válidas las de decoración excesiva como las de componentes naïf, los estampados son florales y geométricos con aplicaciones de símbolos étnicos propios de la cultura maya.
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Macroscopicidad: Recupera el universo infantil y transforma su ídolos e iconos en elementos de culto en un nuevo look de héroe. Los caramelos y dulces inspiran las formas de los detalles. Los materiales escogidos son los géneros de punto de viscosa brillante, el nylon trilobado para raso y tafetán, cintas sintéticas, barnizados con PVC simulando piel metalizada, unión de películas termoplásticas, decoraciones con cintas de celofán y discos de vinilo.Destacan los destellos artificiales, los efectos inspirados en las luces de neón, las superficies plastificadas con toques brillantes, las estampaciones en relieve, los jaquards repletos de fantasía, recobran importancia las hebillas de metal, los botones extraplanos inspirados en los Cds, toques purpurina, etc. La paleta se basa en colores complementarios saturados, en busca de un resultado brillante y de fuertes contrastes.
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