Se encontraron la semana pasada para pedir la desaparición de los aranceles para luchar contra la competencia desleal del sector y expresaron su “preocupación conjunta” acerca de las citadas tasas, según afirma la federación en un comunicado.Deming mantuvo varios encuentros con altos responsables comunitarios y se entrevistó con los representantes de la industria del calzado europea. El ministro chino y la FESI discutieron los efectos de los aranceles en la economía china y la europea, tasas que según dicha federación “han sido condenadas por los consumidores europeos, importadores y distribuidores, así como rechazadas por la mayoría de los estados miembros”.Deming se mostró “listo para trabajar con la UE con vistas a poner en marcha medidas eficaces contra el proteccionismo”, según la FESI. Por su parte, el presidente de la federación, Horst Widmann, recalcó que “una clara mayoría de estados miembros votaron el año pasado contra la extensión de las tasas” sobre las importaciones de calzado de China y Vietnam.Desde 2006, la CE aplica aranceles sobre los zapatos de cuero fabricados en China (16,5%) y Vietnam (10%) como medida de castigo por el dumping (venta por debajo del coste) de ambos países. En 2008, Bruselas inició una revisión de estos aranceles para analizar el impacto sobre el mercado europeo que tendría su abolición, y que en la práctica significó que se seguirían aplicando los gravámenes entre 12 y 15 meses.La EFA (la alianza europea del calzado), una organización paraguas del sector en la que se integra la FESI, expresó su deseo de que la revisión acabe lo antes posible, aunque también se mostró preocupada por la lentitud con la que ésta se desarrolla. Desde ambas patronales aseguran que el mantenimiento de los aranceles sólo es respaldado por unas pocas compañías en toda la UE.La FESI representa a unas 1.800 compañías europeas del sector del calzado, entre las que encuentran algunas españolas.