La empresa, especializada en moda infantil, ha encargado el proyecto al centro tecnológico textil Cetemmsa, que ha realizado un estudio de viabilidad, tanto técnico como económico, cuyas conclusiones revelan que con el RFID la marca mejoraría de manera significativa el tiempo de proceso y la trazabilidad de su negocio.El sistema que ha instalado Cetemmsa controla, identifica y realiza el inventario de cada una de las cajas de artículos en tan sólo unos segundos, además de contrastar y verificar productos identificados con el pedido original. De esta manera, las expediciones del almacén a la tienda son más precisas y rápidas.El segundo paso del piloto consistirá en incorporar el RFID en la red de almacenes y optimizar su disponibilidad para la venta.“Para nosotros es un paso estratégico. Optimizaremos los flujos para consolidar el crecimiento, mejorar la cadena logística, reducir costes de operaciones y situarnos en una posición de ventaja respecto a nuestros competidores”, explica Domingo Garrido, director de operaciones de Bóboli.