Povaguin, mejor diseñador joven de Cibeles
La última jornada de la nueva semana de la moda de Madrid se dedicó a los jóvenes talentos de la moda del país. Así, El Ego de la Pasarela Cibeles, que hasta ahora se celebraba en la sala Alcalá 51 de manera independiente a la pasarela de diseñadores consagrados, por primera vez queda integrada al resto del programa. Son la cantera del diseño español y el buen nivel de lo visto el paso viernes augura un buen futuro para la moda del país.Destacar a Povagin, creador oriundo de Klintsy (Rusia), quien aterrizó en Barcelona para estudiar en la Escuela Superior de Diseño (Esdi) de Sabadell (Barcelona) desde que ganase el premio a la mejor colección en ModaFad con Flameco, su proyecto final de carrera, no ha parado. Debutó en El Ego en la pasada edición de febrero y ahora repite con éxito, al ser merecedor del primer Premio L´Oréal al mejor joven diseñador. Serguei Povagin propone una nueva visión sobre la elegancia clásica femenina, una apuesta que refuerza en esta última colección.
Entre las sorpresas, apuntar a Víctor Pao, la mitad de Luxoir emprende con ingenio su camino en solitario con una colección excelente. Mantiene la originalidad en el hombre y acentúa la feminidad en la mujer. De una manera sencilla consigue una colección coherente y madura. Excelente también el estreno en Madrid de Juan Vidal, con un hombre desenfadado, pero medido y cuidado, y una mujer elegante y sofisticada.Apuntar también a Cruzcastillo y la fuerza de sus estampados siderales, que dan pie a una propuesta de aires futuristas, a Georgina Vendrell, con una nueva e interesante propuesta para hombre centrada en el juego de patrón, y a María Escoté, con unas divertidas y singulares nuevas pin ups. Destacar a Roberto Piqueras, que toma aliento en Madrid haciendo hincapié en los colores primarios y sus referencias ochenteras.Los juegos desmesurados de patrón de Sara Lage y de costura de Sinpatrón tuvieron buena aceptación. La primera optó por una reflexión sobre las identidades, máscaras y teatralidad de la moda, con un claro guiño a Comme des Garçons. Por su lado, Sinpatrón, fiel al nombre, construye (o destruye) sobre el cuerpo trajes imposibles. El resultado es original y tiene fuerza, a pesar que nos recuerde a Vivienne Westwood.Beachcouture, a pesar de ser ya un clásico en El Ego, presentó una colección un tanto irregular y sin prendas sobresalientes, a Blackhaus le faltó más osadía para completar una colección buena de patrón, pero escasa de ideas, muy sencilla fue también la propuesta urbana de Joan Fábregas, sin riesgo, similar a la de Lola Cuella en un pret-a-porter femenino, tampoco convenció el plumaje de Laura Basterra, ni los acolchados de Vanessa Soria Lima.
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