Puig presentó la semana pasada sus resultados financieros. El grupo redujo su beneficio un 28% por dos motivos principales: la resaca que ha supuesto la integración de la licencia de Jean Paul Gaultier y el pinchazo de las ventas en los países emergentes.

18.04.2016.- Puig facturó el pasado año 1.645 millones de euros, un 9% más en comparación con los datos del ejercicio anterior. A pesar de la mejora de las ventas, que rompía con el estancamiento del volumen de negocio que sufría la compañía desde hace tres años, la compañía alcanzó beneficio neto de 126 millones de euros, lo que supone un decrecimiento de un 28% respecto a 2014 (177 millones registrados).

Aun así, Puig ha afirmado que estos resultados cumplen las previsiones que tenía la compañía, que el año pasado anunció que auguraba un crecimiento de un dígito y un impacto negativo en la rentabilidad, que se mantendrá durante este año, aunque en menor medida.

En palabras del consejero delegado del grupo, Marc Puig, esta bajada del beneficio tiene un motivo claro: los costes asociados a la integración del negocio de fragancias de Jean Paul Gaultier, que comportará unos gastos de 90 millones de euros en dos años. «Durante nuestro centenario nos dormimos, estuvimos de resaca». 

La compañía, propietaria de marcas de moda como Carolina Herrera, Nina Ricci o Paco Rabanne, se ha marcado como objetivo para 2017 alcanzar los 2.000 millones de euros de facturación. La estrategia de los dos próximos años es centrarse en ese hito, con más inversiones y reduciendo el beneficio a corto plazo, si bien estaba previsto asegurar un margen del 15% sobre las ventas.

En palabras del consejero delegado del grupo, Marc Puig, «durante nuestro centenario nos dormimos, estuvimos de resaca».  En 2015 la mejora de los ingresos es evidente, pero los resultados continúan lastrados por la integración de Jean Paul Gaultier, introducida en el portafolio desde el 1 de diciembre de este año como marca propia y que comportará unos gastos de 90 millones de euros en dos años. Esa apuesta lastró el año pasado los resultados del grupo -y los seguirá frenando en 2016-, pero no fue la única razón.

Puig, Gaultier, Carolina Herrera, Paco Rabbane, Nina Ricci
Paris Haute Couture Spring Summer 2016. Jean Paul Gaultier

La otra cara de los mercados emergentes

El 86% del negocio de Puig corresponde a ventas fuera de España y destaca el 47% en mercados emergentes -fuera de la Unión Europea y Norteamérica-, un porcentaje que Puig ha remarcado que es mucho más elevado que el de la competencia, lo que ha afirmado que tiene ventajas cuando estos países crecen pero también inconvenientes cuando hay periodos de volatilidad como el actual. Ha puesto el ejemplo de Rusia, donde el rublo se desplomó el año pasado y afectó al negocio de la compañía catalana, así como también a la devaluación del real brasileño y del peso argentino.

En la actualidad, Puig vende sus productos en más de 150 países y cuenta con filiales propias en 22; el 68% de todas las unidades vendidas en el mundo se fabrican en los tres centros de producción situados en España y el 29% en la fábrica francesa de Chartres. En este sentido, Puig ha recordado que desde hace tres años la compañía es proactiva en la búsqueda de oportunidades de crecimiento inorgánico, y ha afirmado que pueden haber nuevas operaciones de compra en el futuro si se dan oportunidades que encajan con la estrategia de la firma y existe la posibilidad de crear valor. La compañía ha hecho inversiones en otras compañías por valor de cerca de 300 millones entre 2014 y 2015. Por ejemplo, el grupo adquirió el año pasado las perfumerías de lujo Penhaligan’s y L’Artisan Parfumeur.

La compañía prevé crecer a partir de ahora a un ritmo de dos dígitos, sobre todo por el recorrido que pueda tener Jean Paul Gaultier, la gran apuesta de Puig. Concretamente, según ha afirmado Marc Puig, se prevé mejorar el beneficio neto pero sin llegar a los que tuvo el grupo. El grupo tiene 4.483 empleados (1.620 en España), tiene 22 filiales y comercializa sus prouctos en 150 países.

Recordamos que Puig controla el 25% de la gallega TextilLonia, que explota marcas como CH Carolina Herrera o Purificación García. Además, es accionista de Adolfo Domínguez, donde tiene el 14,8%.

+ información: www.puig.com