La firma catalana de moda nupcial mostró ayer sus 17 vestidos más representativos de estas cuatro décadas, en un encuentro en el que también estuvo Raimon Bundó hijo, actual gerente de la empresa, acompañado de su madre y su mujer, las diseñadoras de la casa. Cristina Arana lo fue en sus inicios e Ivonne Ruiz lo es actualmente.Una y otra presentaron sus creaciones. Entre los vestidos, trajes de finales de los 60 que por aquel entonces se vendían a un módico precio de 1.700 pesetas, vestidos de los 70 con fantásticos bordados, las clásicas hombreras que marcaron la época de los 80, y de hace un par de temporadas, la colección Renacer, inspirada en el Renacimiento y en la que Ivonne Ruiz incorporó los estampados en el traje de novia y tomó el arte como fuente de inspiración.La muestra ha reunido también el vestido que Cristina Arana diseño para su boda en 1964 y tres modelos de la nueva colección Tocar el cielo, inspirada el clásico de Shakespeare, Romeo y Julieta, y que presentará la semana que viene en la Barcelona Bridal Week.40 años casado con las noviasLo que empezara en 1969 como un taller de costura para novias en la avenida Diagonal de Barcelona hoy es una gran empresa, que cerro 2008 con una cifra de negocio de seis millones de euros, cuenta con una plantilla de 46 personas más 70 más que emplea en los talleres de Cataluña y Extremadura, en los que produce 8.000 piezas anuales. Hoy está presente en 160 puntos de venta en Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Austria, Noruega, Portugal, México, Emiratos Árabes y Japón.Según explican desde la empresa, una de las señas de identidad de la casa es la innovación. Recuerdan que a finales de los 60 se atrevió al llevar el pret-a-porter de las novias, en los 90, en ser uno de los promotores del salón Noviaespaña de Barcelona, el primer salón profesional especializado en moda nupcial en España y del que Bundó sigue siendo presidente.