Karel Schröder ha comunicado que quiere reducir la producción de Dogi en España y consolidarla en otras zonas de acuerdo con sus necesidades, dar mayor importancia a la velocidad en las entregas que a los costes y a los precios, racionalizar la gestión para aprovechar las sinergias entre todas las plantas, prescindir de clientes pequeños que no cubren sus costes y centrarse en los key accounts, etc.Gracias a estas medidas, que incluyen también la puesta en marcha de la nueva sede en El Masnou (Barcelona), Schröder espera alcanzar beneficios en el ejercicio 2008.

La empresa, señaló, tiene una enorme fortaleza que es la óptima situación de sus centros productivos, distribuidos por las zonas confeccionistas más importantes del mundo. También es importante la calidad del equipo humano, la importancia de su I+D y su peso en el mercado global de la moda en baño.*Para más información: www.dogi.com