Sixth Tone presenta la cara oscura de la emergente Shein
Shein ha ganado mercado en Occidente por sus bajos precios y por su rapidez en la creación de nuevos modelos, pero su transparencia informativa es nula.
07.10.2021.- Recientemente, Sixth Tone –una web con información sobre el mercado chino- ha publicado un informe demoledor de Wu Peiyue sobre las prácticas empresariales de Shein, la marca china que está arrasando en Occidente por sus bajos precios y por su rapidez en la introducción de nuevos modelos.
Shein nació en Nanjing en 2008, con otro nombre, como plataforma online dedicada a la venta de confección, y especialmente de trajes de novia. En 2012 adoptó el nombre SheInside y amplió su gama de artículos femeninos de moda. En 2015, su fundador –Xu Yangtian- decidió transformar la empresa en unamarca de fast fashion, cambió el nombre a Shein y trasladó su sede central a Guangzhou, la capital confeccionista de la China meridional.
Allí contrató un equipo de diseñadores que vigilaban las tendencias occidentales y creó una red de proveedores, formada básicamente por pequeños fabricantes locales y de otras zonas de China. Se trata de un modelo que podríamos denominar de ultra-fast -y también ultra-cheap-fashion.
A partir de 2017 sus ventas crecieron exponencialmente. Shein ha superado incluso a Amazon como la app de moda más descargada en Estados Unidos. En ese mismo país sus ventas han superado ya a las de H&M y Zara, en contraste con la reiterada afirmación de que las generaciones jóvenes buscan sobre todo artículos sostenibles. De hecho, en muchos países occidentales se ha convertido en una de las marcas preferidas por la Generación Z. Los expertos estiman que su valor actual se sitúa en torno a los 15 billones de dólares.
Shein: Black Box
La empresa, sin embargo, se instaló en el secretismo para no informar sobre sus procedimientos, cadena de suministro, condiciones laborales de sus trabajadores, etc. Sixth Tone la califica de black box, sobre todo por miedo de que otras empresas copiasen su modelo.
En julio de 2021, la agencia Reuters informó que Shein se negaba a informar sobre sus condiciones laborales, una exigencia para todos los proveedores en Gran Bretaña. El último Fashion Transparency Index, realizado por Fashion Revolution, dió a Shein una puntuación de 1 sobre un total posible de 100.
La empresa quiere mantener un perfil muy bajo. Incluso ha dado órdenes a su personal de no hacer declaraciones a los medios de comunicación. Su falta de transparencia, sin embargo, ha atraido el interés de ls prensa occidental, que tiene especial interés en conocer sus estándares éticos en sus relaciones con sus trabajadores y con sus fabricantes subcontratados.
Por las callejuelas de Guangzhou
El personal de Sixth Tone ha visitado numerosas barriadas de Guangzhou para conocer a proveedores locales de Shein e intentar conocer la realidad de la empresa.
La mayoría parecen ser –siempre según Sixth Tone- talleres pequeños, normalmente sin ningún tipo de existencia legal y con unas condiciones laborales lamentables. Muchos de ellos reducen costes y tiempos de entrega subcontratando a talleres todavía más pequeños, ubicados en edificios sin ninguna garantía de seguridad. En general tampoco tienen contratos escritos ni con Shein ni con sus principales contratistas, como es la empresa Shem. A veces, los encargos suelen acabar en empresas ubicadas en zonas rurales de China, con mano de obra mucho más barata que en su zona oriental.
Algunos expertos consideran que el modelo de negocio de Shein dificulta enormemente el deseo chino de mejorar la estructura y las condiciones laborales de sus trabajadores en el sector del fast-fashion. Este modelo de negocio –afirma Huang Yan, profesor de la South China University of Technology, de Guangzhou- ignora los intereses de los trabajadores. Un inversor ha asegurado incluso que Shein es la empresa china más misteriosa entre las que facturan billones de dólares.