El primer paso para convertirse en un Smart Retail es elegir inteligentemente la tecnología que más conviene al negocio en cada momento. Es una de las conclusiones de nuestra entrevista exclusiva con Pedro Lindsey, director internacional de desarrollo de negocio de Beabloo.

23.11.2016.- En nuestra búsqueda de la excelencia para el nuevo retail de la moda, seguimos entrevistando a algunos de los principales representantes de las empresas tecnológicas que llevan ya tiempo marcando el paso del avance del comercio en este sentido. Entrevistamos a continuación a Pedro Lindsey, director internacional de desarrollo de negocio de Beabloo.

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¿Qué es para usted el Smart Retail?

Una tienda conectada, digitalizada, adaptada a las nuevas tecnologías y en particular a las necesidades de los consumidores (y comerciantes) que cada vez más buscan la inmediatez, la flexibilidad de la omnicanalidad, un trato personalizado y experiencias de compra diferentes.

Dentro de este término, en función del negocio y en base a los objetivos de cada retailer, se podrán aplicar unas u otras soluciones para convertirlo en un Smart Retail. No es lo mismo vender helados en una zona muy turística que vender productos de belleza a una clientela bastante exigente y fiel.

En el caso de los helados, quizás interese centrarse en la agilidad y adaptabilidad socio cultural, como puede ser una cartelería digital interactiva y multilingüe, con facilidades de pago, que te mande el recibo al móvil y una señal a tu wearable favorito cuando el helado esté preparado. Por otro lado, puede ser conveniente realizar una analítica en tiempo real sobre el perfil del cliente y el consumo de cada producto con el fin de ir haciendo promociones y pedidos en base al stock existente.

Para el centro de belleza quizás sea más recomendable la omnicanalidad, como por ejemplo, contar con un CRM dinámico conectado a la cartelería digital del centro, a la web, al móvil y a las redes sociales, para conocer muy bien el histórico de consumo, las opiniones, personalizar la comunicación y la oferta, etc.

El primer paso para convertirse en un Smart Retail es elegir inteligentemente la tecnología que más conviene al negocio en cada momento.

¿Qué soluciones ofrece su empresa en este sentido?

Beabloo es precisamente un muy buen ejemplo de partner tecnológico que se especializa en ayudar a retailers en su proceso de transformación digital, ya sea en una fase inicial o para  aquellos que buscan convertirse en un Smart retail.

Las soluciones son infinitas, depende mucho de cada cliente, sus necesidades, sus problemas, su presupuesto, sus objetivos… Históricamente, nos hemos ganado una merecida “fama” en la digitalización del punto de venta mediante proyectos de cartelería digital o digital signage a los que se fueron añadiendo sensores analíticos con el fin de conocer el perfil de la audiencia y sus hábitos de consumo. Ahora, el reto es aún mayor.

Con las continuas inversiones que realizamos en I+D y la reciente incorporación de la empresa Metriplica, expertos en analítica online, Beabloo se está centrando en la omnicanalidad, en que los retailers puedan atender a sus clientes desde cualquier canal (tienda física, móvil, web, redes sociales, etc.), desde una única plataforma, y además, obtener información precisa sobre el consumidor (género, edad, hábitos, frecuencia, horarios, ROPO…) gracias al fuerte componente analítico, on y offline, de nuestra solución.

¿Qué aporta al retailer? ¿de qué retorno de la inversión estamos hablando?

Soluciones, facilidades, nuevas opciones, agilidad, flexibilidad, conocimiento en tiempo real… y en particular, la posibilidad de que el retailer se centre en el core de su negocio y deje que la tecnología y un Partner como Beabloo le facilite el camino.

Existen casos donde se incrementa la venta de un producto en particular un 300% y además se conoce de manera detallada el perfil del cliente, sus preferencias, sus hábitos de consumo, algo que hasta ahora era sólo posible en el mundo online. Otros proyectos se centran puramente en imagen de marca y posicionamiento. Algunos clientes mejoran la comunicación, la operativa o la eficacia de los esfuerzos marketing-comerciales… La tecnología va mucho más allá del ROI.

Lo que sí ofrecemos en Beabloo es tecnología para medir claramente los indicadores que desee cada retailer – impacto de acciones, conocer si una campaña funciona o no, si el escaparate es suficientemente llamativo, los beneficios de un cambio…- y gracias a ello poder tomar decisiones cruciales para su negocio.

Probadores inteligentes, mobiliario interactivo, pantallas para cartelería digital, biosensores wearables y wireless que controlan las emociones del consumidor, los sistemas de conteo, etiquetas en epaper… ¿Qué tecnologías debe tener sí o sí un retailer que quiera estar a la última?

En el mercado existen una infinidad de magníficas soluciones para Retail y vemos nuevas soluciones e innovaciones casi a diario, luego, más que estar a la última, recomendaría no quedarse atrás y saber elegir las soluciones que verdaderamente encajen con el negocio. Es importante saber hacia dónde se mueve cada sector, qué hace la competencia y en particular, qué demanda el consumidor final, con el fin de acertar con las inversiones tecnológicas.

En Beabloo confiamos en que la omnicanalidad es el “must have”, es decir, tecnología que permita crear experiencias de compra satisfactorias mediante la perfecta sincronización de los canales y su adaptabilidad a todo tipo de dispositivos o espacios comerciales. Un probador inteligente, la realidad aumentada, la realidad virtual, conocer el estado de ánimo del cliente… son soluciones muy llamativas y que pueden aportar mucho si se integran de manera adecuada en una estrategia omnicanal.

¿Cómo considera que será el retail de la moda de aquí a 10 años?

Espero que muy inquieto y en continua evolución tecnológica.

Predecir es muy complejo, pero todo apunta a que de cara al 2026 el retail de la moda estará totalmente conectado, entre sí (prendas, etiquetas, maniquí, cartelería digital, wearables de dependientes) y con el consumidor (CRM, móvil, reloj, pulsera, gafas), con el fin de generar experiencias de compra inolvidables.

Dicho esto, las tecnologías ligadas a Internet de las Cosas (IoT) y las soluciones que ayudan a las empresas a interpretar los datos que recopilan van a jugar un papel fundamental en 10 años, hasta tal punto que además de prestar atención a lo que mira un consumidor dentro de una tienda o en un escaparate, o tener en cuenta las secciones de la web que ha visitado o clicado, daremos mucha importancia a los datos que obtengamos de su plancha, lavadora, y en redes sociales a la hora de personalizar la comunicación.

+ información: www.beabloo.com