Sorbier, de aniversario
El museo textil de Lyon presenta La costura, cuerpo y alma, una exposición que refleja un mundo lleno de colores y el imaginario del modisto, que presentó hace ya más de veinte años su primera colección. La muestra está organizada a modo de un viaje cromático, del negro al blanco pasando por el tecnicolor, e incluye las prendas que Frank Sorbier creó para algunos artistas como los cantantes Johnny Halliday o Mylène Farmer.La sala Sortilegios del negro propone una acumulación de negros en diferentes técnicas y materiales dentro del desorden cronológico, mientras que en la denominada Tecnicolor puede observarse su diseño El rey mago de África, un vestido de macramé multicolor, o el Madre Teresa, un impermeable confeccionado a partir de bolsas de plástico.Esta monografía, calificada de interés nacional por el Ministerio de Cultura frances, refleja los fundamentos de la alta costura: “el amor a la belleza y la salvaguarda de lo artesanal, del saber-hacer y de la transmisión de un patrimonio único en el mundo”, señala la organización a través de un comunicado.La mezcla de tejidos, constante en las colecciones de este modisto, está presente en la exposición a través de sus diseños confeccionados con materiales que van desde la rafia en macramé a la seda. Se deja entrever además la pasión poco común de Sorbier, de 48 años, por la materia trabajada de manera artesanal y a la antigua, así como su deseo de reinventar la costura dentro del respeto a las tradiciones.En este sentido, los organizadores de la exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 20 de septiembre, destacan que para Franck Sorbier la costura es “una cultura de pleno derecho” en la que se implicó desde sus comienzos, “en un ejercicio lúcido y libre”. “Es un viaje de la sombra a la luz a través de 170 piezas únicas, materias esculpidas y la creación perpetua: rebeldes y auténticas, sus obras seducen por su originalidad y su lirismo”, añaden.La muestra se completa con algunas de sus antiguas camisas y con la máquina de coser que utilizó para crear sus primeros diseños de alta costura, lo que pone de relevancia la figura del costurero y del técnico.Además, se puede contemplar El velo de la felicidad, una combinación de cuadrados de organza blanca firmados en letras de oro por decenas de personalidades, el escritor Philippe Sollers, el presidente del Movimiento Republicano y Ciudadano francés, Jean-Pierre Chevènement, o Carla Bruni-Sarkozy, esposa del presidente de francés, Nicolas Sarkozy.La retrospectiva de Lyon coincide además con otra exposición en el Palacio Real de París, en la que se muestra hasta el 12 de mayo la historia de su colección de alta costura para este verano, ilustrada además por las fotos de Pierre Belhassen.La editorial Xavier Barral ha publicado también un libro dedicado al modisto francés, escrito por la periodista Viviane Blassel con imágenes de Patrick Gries, que cuenta con la puesta en escena del propio Franck Sorbier. En él se incluyen dibujos y testimonios que permiten profundizar en el viaje íntimo del diseñador, al transportar al lector hasta lugares importantes en su trayectoria como el Museo de Arte y de la Industria de Saint Etienne, la Casa Chardon, el Palacio de Cornillon o la Fundación Cartier.Son numerosas muestras de reconocimiento que reflejan la elegancia refinada y audaz de este técnico, artesano y discreto diseñador que destila un universo personal denso y generoso.