El portavoz de la empresa, Markus Langes-Swarovski, ha justificado esta reducción de personal asegurando que la compañía “no había contado con descensos de este tipo” y explicó que es preciso “actuar a tiempo para no poner en peligro más puestos de trabajo”.La compañía ha sufrido una fuerte disminución de pedidos que obligará, según Langes-Swarovski, a adaptar la producción y reducir en 2009 la mano de obra hasta 5.000 personas en la planta de producción de Wattens, en el Tirol austríaco.Los trabajadores afectados serán informados a final de abril, después de que la medida sea discutida con el comité de empresa y las autoridades laborales de la región. Además, durante el próximo año, la empresa reubicará otros 500 puestos de trabajo en países del Este europeo.Entre 1997 y 2007, la empresa elevó el número de empleados en sus cuartel general de Wattens desde 3.902 hasta 6.700. Ahora, la crisis económica, la reducción de carga de trabajo y la competencia de productores chinos y egipcios con precios más bajos amenazan la competitividad de la compañía.La empresa familiar, fundada en 1887, opera en más de 120 países y acabó el pasado año con una plantilla total de 26.000 personas y una facturación de 2.520 millones de euros.