Première Vision abre hoy sus puertas en el recinto de París Nord Villepinte para mostrar las últimas tendencias en tejidos, colores y más para la temporada de primavera-verano 2025.
Première Vision París recibirá del 6 al 8 de febrero más de 20.000 profesionales del sector textil y de la moda para darles a conocer las tendencias de primavera-verano 2025 para preparar las futuras colecciones de cara a esa próxima temporada.
Los tejidos, con virtuosas hibridaciones
En las últimas temporadas, las composiciones de los tejidos han tomado posiciones claras hacia la sostenibilidad, fijándose en modelos de economía y moda circular y anticipando el fin de la vida útil de un producto para elegir la fibra adecuada. Olvidar la elasticidad en los tejidos vaqueros o informales, así como la apuesta por composiciones monomateriales en fibras sintéticas o naturales se erigen como pasos clave en la industria a favor de la reciclabilidad.
De cara a primavera-verano 2025, las propuestas se diversifican, con nuevas mezclas compatibles con el reciclaje uniendo fibras naturales y materiales artificiales de origen vegetal.
Las mezclas 100% naturales aportan un toque de elegancia a las prendas básicas de verano. El algodón con la seda se presta para camisetas y polos de punto ligero, mientras que los tejidos de traje con lana y lino funcionan en diseños de sastrería elegante y fresca. Por otro lado, el lino y el cáñamo se ven con el denim y los algodones en prendas casual de primera calidad.
En cuanto a las sedas pensadas para vestidos o tops vaporosos, los filamentos artificiales de viscosa, lyocell y cupro se combinan con linos y algodones frotados para crear lisos sofisticados, que desprendan un brillo satinado con las irregularidades de las fibras naturales.
Estas mezclas crean tejidos enriquecidos para prendas con un acabado más premium, dejando un aspecto y un tacto más vibrantes sin reducir las posibilidades de reciclaje.
Colores, en mutación
La gama primavera-verano 2025 pone de relieve la evolución de los tonos y trae de vuelta a los clásicos. Se trata de una historia centrada en el color en mutación, con tonos que se transforman por una intensidad luminosa, templados en tonos sobrios o con giros sutiles, gracias a pigmentaciones híbridas.
Los conceptos se desarrollan en cuatro familias. Tonos blanquecinos que reflejan el poder de la luz, desde matices cálidos sobreexpuestos a tonos fríos o incluso bioluminescentes; colores en contraste con rojos ambiguos, neutros sutilmente coloreados y pálidos brillantes, que crean una atmósfera extraña y seductora.
Por otro lado, intensidad con colores fuertes y destellos nítidos para reflejar la regeneración de elementos, y una abundancia de tonos fríos inspirados en la naturaleza, con tonos terrosos, verdosos, azulados y violáceos.
Sin duda, destaca el papel de la luz en todos estos tonos. El color estrella para verano 2025, según Première Vision París, será el amarillo, en un tono que ha evolucionado desde el Yellow Clay del invierno a un Milky Yellow, con una luminosidad blanqueada. Así, la luz inspira juegos de transparencia y opacidad, con filtros que crean sensación de movimiento hasta el uso radical del blanco nuclear y combinaciones de pasteles apagados.
Para más información: https://www.premierevision.com/en/
06.02.2024
