Un siglo de fotografía de moda de España
El Museu del Disseny de Barcelona presenta la exposición: «Distinción. Un siglo de fotografía de moda», un recorrido por las imágenes más destacadas del mundo de la moda que se podrá ver del 26 de noviembre de 2015 al 27 de marzo del 2016.
La exposición permite presentar públicamente el trabajo realizado por el Museu del Disseny de Barcelona que, en los últimos años, ha creado una colección de fotografía de moda que abarca desde 1902 hasta el día de hoy y que cuenta con las donaciones, la colaboración y la complicidad de algunos de los fotógrafos más destacados en la actualidad, a quién también quiere rendir homenaje con esta exposición.
La colección contiene 464 fotografías, de 35 fotógrafos, de los cuales 22 son fotógrafos a partir del 1960 que han controlado la impresión digital en ediciones limitadas y firmadas. En el caso de los fotógrafos hasta el 1960, el Museu del Disseny dispone de las fotografías en tiraje de la época. Se trata de la colección más importante de España de fotografía de moda.
De esta colección se han elegido 142 fotografías para la exposición y se han ordenado en 7 ámbitos en los que las imágenes siguen un orden cronológico y se presentan también reunidas temáticamente.Distinción
¿Cuáles han sido las características comunes de la fotografía de moda a lo largo del tiempo? ¿Cómo ha evolucionado? ¿Por qué ejerce una fascinación tan grande? Para explicarlo, el comisario Juan Naranjo ha escogido el concepto de Distinción, el cual tiene un doble sentido: la elegancia -que es una característica intrínseca de la moda- y la diferencia, que conecta con las vanguardias artísticas. Desde la época del modernismo -cuando las revistas impresas en papel de alta calidad empezaron a reproducir fotografías de modelos y vestidos- hasta los medios digitales actuales: seducción, provocación y glamour. Todos los grandes nombres de la fotografía de moda, en Cataluña y España: Josep Sala, Leopoldo Pomés, Oriol Maspons, Manel Esclusa, María Espeus, José Manuel Ferrater, Antoni Bernad, Manuel Outumuro, Txema Yeste, Eugenio Recuenco o Sergi Jasanada, entre otros.
Fotografía y moda. Antes de la fotografía de moda.
El primer apartado de la exposición, «Antes de la fotografía de moda», recoge la obra de los pioneros, como Pere Casas Abarca, que abrieron camino en el mundo de la fotografía. Conectaron con la vanguardia del momento, que a principios del siglo XX era el modernismo artístico. En aquella época, las revistas ilustradas comenzaron a utilizar la fotografía de forma habitual, lo que provocó un cambio en la percepción y en la sensibilidad de la gente. El modernismo fue un movimiento muy popular, que trascendió a la vida cotidiana, a la decoración y al mobiliario. También en los vestidos y en la manera de representarlos. Las fotografías de Casas Abarca muestran interiores suntuosos, los vestidos se integran en el entorno y definen una estética y una manera de vivir.
Nueva Visión. Fotografía de moda y de vanguardia.
El segundo ámbito está dedicado a la Nueva Visión, con fotógrafos como Ramon Batlles, Josep Sala o Samuel Suñé. Sus fotografías están pensadas para difundir la moda en las revistas especializadas que proliferan por todo el mundo. Refleja un momento de cambios en el mundo de la moda: los sastres dejan paso a las empresas de moda (Carlos Merseburger, Modas Badia, El Dique Flotante…), las revistas destruyen las fronteras y llegan las novedades de las grandes capitales del vestido a un lado y otro de Europa, una burguesía ilustrada asume esta imagen y la adopta en su vida cotidiana… La Nueva Visión crea un código visual cercano al arte de vanguardia: fragmentariedad, atrevimiento formal, puntos de vista inesperados o insólitos. La fotografía de moda se incorpora masivamente a los medios de comunicación, tanto en los artículos de las revistas como en la publicidad.Interiores, exteriores. De la mujer ídolo a la mujer activa.
La guerra civil acabó con esta época de la moda en Barcelona y España. Después del conflicto empieza una nueva etapa, marcada por Alta costura, que será la revista de referencia. Impulsada por la Cooperativa Alta Costura, de la cual era presidente Pedro Rodríguez, que aglutinó la buena sociedad de Barcelona, alrededor de los desfiles que organizaba en el Hotel Ritz. En Madrid aparecen también fotógrafos especializados en moda -hasta aquel momento la actividad se concentraba sobre todo en Cataluña-. En un primer momento difunde la imagen de la mujer ídolo, inspirada en las películas de Hollywood, retratada con una luz muy teatral (Juan Gyenes, Josep Compte). Otra serie de fotografías muestran una mujer más moderna y más activa, que sale a la calle, desenfadada y provocativa. La diferencia entre interior y exterior, la casa -como un plató- y la calle es más marcada que nunca.
Movimientos. De los años sesenta a los setenta.
Los años cincuenta están marcados por el realismo poético de fotógrafos como Leopoldo Pomés y Oriol Maspons, que se inspiran en la fotografía humanista y el cine neorrealista. Adoptan premisas criticas, irónicas y presentan una visión más cercana y humana de la mujer. Los años sesenta están representados en el cuarto espacio de la exposición, «Movimientos». Esta renovación se centra en modelos más jóvenes y modernas e imágenes que desafían el establishment: Son los años pop y psicodélicos. La fotografía de moda vive una revolución. El cuerpo se viste con pintura o con la ropa más sencilla y popular, que lleva impreso un eslogan publicitario: la camiseta. Es el gran momento de Oriol Maspons, con sus fotografías de modelos para Bocaccio.Escenificaciones y fantasías
Provocar, subvertir la realidad, utilizar la imagen para contar historias, sumergirse en el mundo onírico, explorar mundos irreales, dar salida a los fantasmas sexuales, al deseo y a los sueños la sugestión que permite ver lo que no hay. Es lo que hacen algunos fotógrafos en los últimos años del siglo XX. En las fotos de Daniel Riera para Hermès la mujer se transfigura en una figura mitológica, mezcla de persona y animal. En los retratos de Antoni Bernad hay un equívoco visual, un doble juego. Las fotografías de Manuel Outumuro introducen narrativas cinematográficas y de ciencia ficción. Eugenio Recuenco fotografía sus novias como si fueran el personaje del cuento de la Cenicienta.
Identidad y diferencia
Poner en valor las identidades sociales, religiosas o de grupo. Mostrar la diferencia: tomar como modelo una mujer mayor en contraposición a una chica joven. Jugar con el contraste y la alternancia entre desnudo/tapado, vulgar/sofisticado. Esta sección está construida como un gran panel donde el curioso ve la diversidad de opciones de imágenes y fotografías como si entrases en Instagram.
Paisajes
Otro grupo de fotografías acaparan la atención al entorno, al marco de referencia. Retratan los modelos y las modelos de la ciudad (José Manuel Ferrater) o en paisajes tecnológicos, con grandes rascacielos que permiten expresar una imagen de radicalidad y elegancia (Pep Àvila), rodeados de helicópteros, teléfonos de última generación, grandes coches. Una ciudad muestra una imagen más multicultural. Paralelamente, en la década de los noventa y en el 2000, se impone el gusto de los no-lugares como escenario de las fotografías de moda. Los fotógrafos descontextualizan vestidos y modelos: los sitúan en el desierto (Ferran Casanova), en la playa (Txema Yeste), en un descampado (Sergi Jasanada). Lugares sin identidad para mostrar que la moda no tiene tiempo, los vestidos pueden ser de ahora o de hace cien años.En estas imágenes la fotografía de moda se enfrenta a su paradoja: a veces es difícil ver el vestido y a veces ni siquiera hay vestido (Virgili Jubero, Esperanza Moya). Se trata de seducir mediante la imagen, fascinar para que la gente se identifique con una determinada estética, que se reconozcan y que finalmente compren los vestidos. Son imágenes de moda, aspiraciones que influyen en todo el resto de la publicidad y en la vida cotidiana: muchas posturas de las selfies que la gente se hace cada día no se entenderían sin las imágenes de moda que a través de las revistas o de los anuncios de televisión llegan a todo el mundo: muestran posados, actitudes, gestos, maneras de posar delante de la cámara. Las personas que siguen la moda quieren formar parte de alguna cosa: ser como los demás, por ser uno mismo.* Para más información: https://www.museudeldisseny.cat/es