Uzbekistán quiere aprovechar mejor su algodón
Uno de los problemas del sector textil uzbeko –como ocurre en otros países emergentes-, es que no tiene capacidad para procesar toda la materia prima que produce, en este caso, sobre todo el algodón.
24.02.2017.- Esto supone la necesidad de exportar materia prima sin procesar, con la consiguiente pérdida del valor añadido que supondría su procesamiento. De hecho, las exportaciones de hilados algodoneros suponen la mitad de todas las exportaciones.
El año 2016, por ejemplo, Uzbekistán solo alcanzó a procesar –a convertir en hilatura o tejido- el 40% de su producción. El gobierno del país desea alcanzar el 100% por lo menos para el año 2020. Para conseguirlo está preparando la construcción de nuevos complejos textiles que puedan procesar el algodón local: hilarlo, tejerlo y fabricar incluso los productos finales. Por medio de este plan el gobierno espera que se cree más de un centenar de nuevas empresas, que necesiten unos 27.000 nuevos trabajadores.
El gobierno está preparando un plan para la concesión de créditos que permita el despliegue de las nuevas empresas. Los bancos comerciales cofinanciarán los proyectos mediante la apertura de nuevas líneas de crédito para la compra de maquinaria de hilatura, tejeduría y tintura, que en su mayor parte deberá ser cubierta con importaciones. El capital de las nuevas empresas podrá ser totalmente privado.
Uzbekistán, situado en Asia Central y sin acceso directo al mar, cuenta con 30 millones de habitantes y con una economía todavía controlada en buena parte por el Estado. Su transformación en una economía de libre mercado es bastante más lenta de lo previsto. Abundan las trabas de todo tipo que desaniman a los posibles inversores extranjeros. Su economía se basa sobre todo en la producción agrícola, en la que destaca el algodón, que es de buena calidad, y en la producción mineral, donde destacan el gas natural y el uranio, que exporta sobre todo a Estados Unidos.
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