Uzbequistán lucha para eliminar el boicot a su producción algodonera

Fue establecido en 2006 por varias instituciones occidentales para luchar contra la política de Uzbequistán en derechos humanos y laborales

27.05.2020.- A mediados del mes de abril, el Ministro de Trabajo de Uzbequistán pìdió formalmente el levantamiento del boicot internacional al algodón de ese país, iniciado ejn 2006 y que está liderado por la Cotton. A rebufo de la crisis provocada erl paísd por el Covid-19, el Gobierno estima que el final del boicot podría suponer una entrada de un billón de dólares en algodón y textiles algodoneros solo en la campaña de este año.

Debido al boicot, Uzbequistán solo puede vender estos productos en los paìses asiáticos, a precios más bajo de lo que podría obtener en los occidentes, y con menos perspectivas de futuro.

En la carta remitida a Cotton Campaign, el Ministro de Trabajo urgía a reconsiderar la situación debido al progreso realizado en la erradicación del trabajo forzoso en los campos de algodón y a la situación económica provocada por el coronavirus. El levantamiento del boicot a nuestro algodón es una de las pocas medidas que podría generar los puestos de trabajo que necesitamos y apoyar el bienestar de los uzbekos durante esta crisis sanitaria. La producción textil emplea a 200.000 trabajadores en nuestro país. Sus sueldos constituyen el medio de vida básico de un millón de personas.

Respaldo amplio al boicot

La Cotton Campaign está apoyada por diferentes organizaciones, marcas y cadenas detallistas de moda,  y sobre todo por la AAFA (American Apparel & Footwear Association) y por la U.S. Fashion Industry Association, que tienen más de 1.200 miembros. Todos ellos están comprometidos a no comprar algodón procedente de Uzbequistán hasta que este país elimine la práctica de utilizar trabajo forzoso para recoger el algodón. Las instituciones que lo apoyaban pensaban que el boicot era factible y que supondría un correctivo efectivo para el gobierno. La misma campaña de dirige también hacia el algodón cultivado en Turkmenistán, que utiliza las mismas prácticas que Uzbequistán.

Cotton Campaign, sin embargo, considera que la situación global creada en el sector de la moda por el Covid-19, con un exceso de producto, dificulta en estos momentos la liberalización de las compras en Uzbequistán, un vcompetidor importante para otros países productos de algodón.

Cotton Campaign: los avances registrados no son suficientes

Pocos días después, la Cotton Campaign –después de visitar el país y reunirse con sus autoridades- ha admitido los adelantos que se han ido sucediendo en Uzbequistán, pero considera que no son suficientes para levantar el boicott internacional. Exige una reforma profunda del respeto a los derechos humanos y laborales en el país.

Todos ellos reconocen el proceso de reforma iniciado por el presidente Shavkat Mirziyoyev a fines de 2017 para terminar con el trabajo forzado. Pero insisten que para terminar con el boicot necesitan bastante más. Además, los activistas locales reclaman también el boicot de la comunidad internacional, como un medio para forzar la democratización del país y reducir la represión, que actualmente es ya bastante menor que hace años.

La campaña, en efecto, nació para terminar con tres situaciones que se dan en Uzbequistán, dos de las cuales han sido ya medianamente remediadas.

• La primera era el uso del trabajo forzoso, que afectaba a un númerto indeterminado de personas, sobre todo estudiantes y trabajadores del sector público, y que parece haber disminuido bastante.
• La segunda era el papel clave del gobierno en la organización de la cosecha y de la producción y la movilización de los trabajadores que exigía. En este terreno, hace unas semanas el gobierno uzbeko firmó ya un decreto aboliendo el sistema tradicional, que exigía a las autoridades provinciales alcanzar determinadas metas en la producción de algodón, que en la práctica les obligaba a recurrir al trabajo forzoso.
• La tercera era el tono excesivamente autoritario del Gobierno, del que el trabajo forzoso en el algodón es solo una de sus manifestaciones más visibles.

Erradicación total del trabajo forzoso

Cotton Campaing respondió a la carta del Ministro de Trabajo uzbeko recordando que el boicot solo podrá levantarse cuando la erradicación del trabajo forzoso sea total y cuando la sociedad civil pueda comprobarlo, por ejemplo a través de la presencia sobre el terreno de ONGs.

Bennett Freeman, cofundador de Cotton Campaign, ha añadido: el problema no es si terminar o no el boicot sino cuándo y cómo, y sobre todo cómo puede servir de catalizador para la reforma global de Uzbequistán.

Nate Herman, vicepresidente senior de la AAFA, ha indicado que también serían necesarias garantías adicionales respecto a la protección de los derechos de los trabajadores. Nos alegra reconocer, sin embargo, los progresos hechos ya por Uzbequistán para eliminar el trabajo forzoso. En estas condiciones, nuestros miembros están dispuestos a considerar la posibilidad a concluir el boicot. Pero su tolerancia cero hacia el trabajo forzoso y hacia la esclavitud, y los datos reunidos por la OIT respecto a la cosecha de 2019, les obligan a exigir garantías adicionales respecto a la protección de los trabajadores.

El gobierno espera alcanzar este año unas exportaciones algodoneras por valor de 3 billones de dólares (en 2019 fueron solo 2), pero si el boicot fuese levantado esta cifra podría doblarse.

+ Info: www.cottoncampaign.org

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