Rana Plaza consiguió la firma de un Acuerdo Internacional sobre la seguridad en el puesto de trabajo que ahora se ha extendido a Paquistán.

El 24 de abril se cumplieron exactamente 10 años desde el desastre de Rana Plaza. Un edificio industrial ocupado por cinco empresas confeccionistas y ubicado en las afueras de Dacca, capital de Bangladesh, colapsó de repente, aunque unos días antes ya había advertencias sobre su inseguridad. El edificio no se abandonó porque las empresas situadas en él dieron prioridad al cumplimiento de las fechas de entrega de los pedidos en curso.

Murieron 1.134 trabajadoras –sobre todo, mujeres- y otras 2.437 sufrieron heridas importantes. El siniestro provocó un verdadero aldabonazo global que –pese a todas las reticencias- ha permitido crear instrumentos que velan por la seguridad de las trabajadoras.

Rana Plaza
Aspecto del edificio derrumbado en Rana Plaza, pocas horas después del siniestro

Aunque con muchas dificultades y limitaciones importantes, autoridades, sindicatos, clientes de las empresas confeccionistas y organizaciones internacionales consiguieron firmar un Acuerdo Internacional en favor de la seguridad en el puesto de trabajo. El Acuerdo impulsó las revisiones para garantizar la seguridad de las instalaciones industriales y la ergonomía de los puestos de trabajo. Naturalmente, los menos entusiastas han sido –salvo excepciones- los empresarios que debían apechugar con los gastos que suponía la mejora de la situación. Tampoco se han mostrado entusiastas las autoridades de Bangladesh porque suponía aceptar un correctivo importante.

Es de notar que en estos momentos Mohammed Sohel Rana, propietario del edificio derrumbado, todavía no ha sido juzgado. Un día antes del derrumbe, un ingeniero le informó de la penosa situación del edificio, que debía ser abandonado de inmediato.

El Acuerdo, sin embargo, ha tenido consecuencias muy positivas para el sector confeccionista del país. 200 marcas de moda, clientes de ese sector en Bangladesh, han firmado ya el Acuerdo, que también tiene consecuencias para ellas. Indirectamente, ha beneficiado a las condiciones laborales de los trabajadores en muchos sentidos.

El Acuerdo ha supuesto un cambio de perspectiva

El Acuerdo –oficialmente denominado Accord on Fire and Building Safety in Bangladesh, o Bangladesh Accord– supuso un cambio de perspectiva para el sector y especialmente respecto al tratamiento de la mano de obra. En concreto

  • Estableció la responsabilidad de las empresas confeccionistas y de sus clientes occidentales, que ya no han podido lavarse las manos.
  • Exigió inspecciones independientes en lugar de las propias de cada empresa o de sus clientes.
  • Dio una gran transparencia a todo el sistema porque los resultaos de las inspecciones son públicas.
  • Aseguró una respuesta colectiva, donde estaban representados incluso los trabajadores.
  • Exigió compromisos financieros a las marcas para apoyar las mejoras necesarias.

En la parte negativa, algunos críticos lamentaron los riesgos legales que suponía la firma del Acuerdo y la pérdida del control total sobre sus proveedores. El gobierno del país tampoco estuvo muy satisfecho porque la situación supuso una mayor intervención de las organizaciones internacionales (especialmente la OIT), incluso por encima de las autoridades del país. En Occidente son ya frecuentes las normativas que otorgan a las marcas responsabilidad sobre lo que ocurra en su cadena de suministro. No pueden lavarse las manos por el hecho de pagar los pedidos.

Con todo, sin embargo, el Acuerdo se ha convertido en un instrumento útil –limitado, pero útil- que ahora comienza a llegar a otros países donde también resulta necesario. El primero está siendo Paquistán. Hay que tener que, incluso en el mismo Bangladesh sigue habiendo con frecuencias siniestros en sus fábricas, sobre todo incendios y hundimientos. El Acuerdo, por otro lado, no resuelve por sí mismos situaciones de esclavitud, mano de obra infantil, impago de salarios, etc.

Hugo Boss firma el Acuerdo de Paquistán

Hace solo unas semanas, Hugo Boss ha firmado el Acuerdo de Pakistán, subrayando su profundo y prolongado compromiso con la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores de la industria textil y de la confección.

En Hugo Boss –ha declarado Yves Müller, CFO y COO de esta empresa- estamos comprometidos con el respeto de los derechos humanos y las normas de trabajo seguras a lo largo de toda nuestra cadena de valor. Los aplicamos en toda nuestra organización. Nos tomamos muy en serio el trato justo y ético de nuestros empleados, proveedores y socios en todo el mundo. Ahora esperamos apoyar la mejora de las condiciones laborales en Pakistán mediante la aplicación del Acuerdo.

Hugo Boss ya había firmado el Acuerdo para Bangladesh. Igual que el de Paquistán, promueve la seguridad en el lugar de trabajo y en los edificios durante un periodo inicial de tres años a través de inspecciones independientes, medidas correctoras, un mecanismo de reclamaciones y programas de formación para los trabajadores.

Igual que otros firmantes del actual Acuerdo, Hugo Boss aportará fondos para apoyar la aplicación del Acuerdo de Pakistán y ayudar a mantener y mejorar las medidas de salud y seguridad en el trabajo en el sector textil y de la confección de Pakistán.

+ Info: https://internationalaccord.org/

Pinker Moda

04.05.2023