75 aniversario de Kollflex

Kollflex celebra su 75 aniversario con la publicación de una edición de lujo que repasa toda su historia, desde sus inicios hasta sus proyectos de futuro. La tercera generación recoge hoy el relevo de esta empresa familiar, una aventura que empezó su abuelo en 1927 con un pequeño taller y que toman ellos convertido en una nave de 7.500 m2.

Lorenzo Coll Sampol creó Kollflex en la localidad mallorquina de Selva, un pueblo del interior de la isla que contaba ya con una tradición artesanal en el curtido de la piel, que no sólo motivó a este emprendedor, sino a muchos más que hicieron de la zona un epicentro de la producción del calzado, que hoy prácticamente ha quedado en nada.Kollflex continúa fuerte 75 años después tras sufrir también las consecuencias de los avatares históricos. Fue la segunda generación, José Coll Vallorí la que decidió entonces definir el producto, la base para un calzado de calidad: buena horma, la mejor y más dócil piel y experiencia y atención en la elaboración. Un proceso que todavía hoy sigue manteniéndose: los más de 200 pasos para la realización de cada zapato, con controles de calidad en cada uno de los procesos y con auténticos maestros -cada vez más difíciles de encontrar- en el campo del calzado.

Diseño, calidad y comodidadLas 125.000 personas que comprar zapatos Kollflex en todo el mundo están dispuestas a pagar más por un calzado con clase que se adapta al pie y no al revés. La familia Coll dice que las claves son la horma, procurar que un calce perfecto, así como el cuidado en la selección y el curtido de la piel.

Una atención a todos los detalles, con una extensa gama de color, buenos materiales y un acabado de calidad. Entre sus elementos más distintivos está el trenzado, que continúa realizándolo de manera manual, ya que se trata de un trabajo artesanal, difícil y costoso.Entre las novedades que acaba de incorporar, un nuevo tratado para la suela que evita resbalar en suelos mojados.Kollflex en el mundoEl 40% de la producción se destina a la exportación, por lo que se elabora una amplia gama de producto para dar respuesta a los clientes de cada uno de los países. Además de estar presente en toda Europa, Kollflex se encuentra también en Rusia, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá, China y Japón. Precisamente, en éste último, está centrando todo su interés para dar a conocer la marca.Acude a las principales ferias del sector, sin perderse la GDS de Düsseldorf, ni las citas de Milán, París y Madrid.