Calvo ha realizado esta propuesta en Alicante durante la presentación de la campaña de promoción Zapatos de España, donde ha subrayado que, si bien los empresarios del calzado han superado recientemente una crisis generada por la globalización, ahora se encuentran con otra, “pero esta vez procedente de los sectores financieros”.En este sentido, ha animado al sector a potenciar las exportaciones hacia nuevos mercados emergentes, como los países del Este de Europa, con el objetivo de minimizar las repercusiones de la actual crisis coyuntural. “Rusia no es sólo Moscú y a su alrededor hay más países”, ha apuntado Calvo para subrayar dos ideas: los mercados potenciales no son sólo las capitales o los lugares más renombrados, y que el prisma de la oportunidad de negocio debe ser más amplio.Caída del consumo“Desciende la capacidad de gasto del consumidor y, por ende, del consumo”, ha agregado el responsable de la patronal zapatera, quien como ejemplo ha apuntado que en el primer trimestre de 2008 el sector ha registrado “una clara recesión”.Para hacer frente a esta situación, Calvo ha apuntado medidas estructurales, en cuanto a mantener la apuesta por el diseño, la marca, la moda y la innovación, y medidas coyunturales, una de las cuales se centra en acudir a aquellos mercados que son emergentes o no reflejan en su economía la crisis que sí se registra en EE.UU. o en países europeos, como España o Italia.No obstante, ha subrayado que “toda crisis tiene un principio y un final”, por lo que la adopción de estas medidas servirá tanto para minimizar los efectos negativos como para “salir fortalecidos” una vez concluya el proceso de ralentización.España es el segundo país productor y exportador de calzado de la Unión Europa y ocupa el décimo puesto a nivel mundial, según datos aportados por FICE. Las marcas españolas de calzado se venden en más de 140 países y, según las citadas fuentes, más de 100 millones de personas en el mundo calzaron el pasado año zapatos españoles.