Armani Ginza Tower

Más que un establecimiento al uso, lo que ha inaugurado el diseñador italiano en la capital nipona es un edificio entero, con tienda de accesorios, un restaurante italiano en el ático y un salón de belleza, el primero que abre con su nombre.Y es que si hay un mercado que se pirra por las marcas de lujo, éste es sin duda el japonés. Tal y como ya han hecho otros diseñadores italianos, Giorgio Armani aterriza en Japón y lo hace por todo lo grande, con el objetivo de expandirse en el país, a pesar de la ralentización de su economía. Según declaraciones a la agencia Reuters, el diseñador reconoce que se trata de un mercado estancado, pero en el que ven oportunidades de crecimiento en áreas específicas como los complementos, el calzado o el mobiliario.“La contribución de Japón en nuestro volumen de negocio, ha explicado, todavía es demasiado limitada en términos de porcentajes, y vemos esta presencia como una buena forma de reimpulsar mi nombre, mi marca aquí con una nueva fórmula”. Uno de los aspectos de esta nueva fórmula es el diseño de colecciones especiales de ropa y bolsos sólo para distribuir en Ginza, en respuesta a la demanda de objetos exclusivos y para coleccionistas.Y una vez superado el boom de los complementos y accesorios, Giorgio Armani ya tiene claro cual será su próximo paso: el negocio hotelero.