Balenciaga, en buenas manos
Existían ciertas dudas sobre la capacidad de Alexander Wang para dirigir la creatividad de una marca de alta gama como Balenciaga. El diseñador, habitual del estilo deportivo, lo tenía difícil para superar el listón que había dejado su predecesor Nicolas Ghesquiere. Además, tenía que dar la talla en la estética pret-a-porter, tarea nada fácil con todas las miradas puestas en cada detalle.
Pues lo ha hecho y bien, respetando hasta el más mínimo detalle del ADN de Balenciaga. La elegancia y la pureza estética de sus diseños han alcanzado el súmmum gracias a un excelente barrido histórico por los hits de la maison, a través de una colección única que promete un desarrollo inteligente y muy interesante.Chaquetas bustier, vestidos saco, chaquetas caja, mangas tres cuartos, blusas con apertura atrás y suaves capas fueron las prendas más repetidas en la primera colección de Alexander Wang para Balenciaga. En blanco y negro, el diseñador ha sabido minimizar el volumen de las prendas propias de la firma que las hacen más reales, más ponibles.Hemos rememorado con ella las alusiones a la modernidad de Balenciaga en los años 50 y algunas de las estéticas más influyentes del diseñador en las noches de los años 60.* Para más información: https://www.balenciaga.eu/es/