Bijorhca: los detallistas independientes ante un entorno difícil
Pinker Moda ha visitado Bijorhca, el salón internacional de joyería y bisutería celebrado en el pabellón 5 del recinto Porte de Versailles de París entre los días 19 y 22 de enero. Como en los restantes salones de moda los expositores quedaron satisfechos con el salón, pero no exultantes con sus resultados comerciales.
24.01.2018.- Igual que hemos visto en los salones de Berlín y en los restantes certámenes que han tenido lugar esta misma semana en París, la coyuntura manda. Y la coyuntura dice que los detallistas independientes –el público de las ferias profesionales por excelencia- tienen una vida cada vez más complicada: por un lado, sus consumidores mantienen una capacidad limitada de compra; por otro, dedican una parte cada año menor a su arreglo personal en beneficio de la electrónica y del disfrute del tiempo libre; por último, las plataformas digitales se comen cada vez una parte mayor del mercado que les queda.
Todos los salones ofrecen conferencias y demostraciones sobre las diversas estrategias que pueden seguir esos detallistas para mantener y acrecentar su cuota de mercado. Todas estas recomendaciones, sin embargo, caen en el saco de los wishful thinkings porque los que los necesitan apenas disponen de los medios para ponerlos en marcha. De hecho, buena parte de los proveedores de soluciones solo desean tener entre sus clientes a las grandes organizaciones comerciales que les pueden reportar pingües beneficios.
La lluvia, por otro lado, que dominó toda la duración de los salones, tampoco ayudó por mucho que los compradores franceses y europeos estén ya acostumbrados a ella.
División en dos plantas
La planta baja del pabellón de Bijorhca albergaba el espacio Elements, que reúne a los proveedores de artículos para el sector, de utillaje para bisutería, etc. Vimos incluso un proveedor de un generador de niebla, como instrumento de lucha contra los ladrones. También nos llamó la atención Pachita Artigianato, de Génova, que produce en Ecuador artículos de bisutería en tagua, el fruto de una palmera que crece en las zonas tropicales húmedas del país.
La planta superior, no ocupada por completo, ofrecía las colecciones de producto acabado. En ella echamos en falta el antiguo espacio Cream, con su estructura circular tan convivial, ahora parcialmente sustituido por una serie de stands pequeños, situados a lo largo de una de las paredes del certamen.
También echamos en falta las diferentes exposiciones que hace algunos años se solían repartir por el recinto ferial, por ejemplo en los rellanos de la escalera que une ambas plantas.
Entre las presencias colectivas recordamos especialmente la de BOCI, la patronal francesa de la bisutería y orfebrería, ahora bajo la dirección de Jean-Louis Niedermaier. Su stand informaba sobre las tendencias para este año y difundía un catálogo con todos sus miembros, la mitad de los cuales exponía en el salón. Algunos eran empresas grandes y renombradas (como Philippe Ferrandis), otras pequeñas.
También destacaba la presencia de Brasil, que en esta ocasión contaba con 8 expositores en su pabellón nacional: un soplo de aire fresco, aunque sus creadores se afanan por sumarse a los estilos dominantes en el mercado europeo.
La belleza tiene nombres y apellidos
Lo mismo podemos decir de los tres expositores de Filipinas, aunque estos suelen ser más fieles a sus materias primas tradicionales y a su estilo propio. Uno de ellos era Floreia, donde Katrina Delantar nos explicó la esencia de la marca: el 90% de nuestros artículos están realizados en NuCast, que es un papel reciclado que consigue una enorme solidez y resistencia física y que es biodegradable e incluso compostable. Con ese producto hemos logrado algunos premios importantes. Exportamos a todo el mundo pero nuestros principales mercados son Italia, Estados Unidos, Israel, Australia, etc.
Entre los expositores en los que pudimos detenernos nos llamó especialmente la atención la marca francesa L’Indochineur. Najel Benjanom, su responsable de exportación, nos informó que exponía por primera vez en Bijorhca y que no estaba especialmente satisfecha con sus resultados. Ofrece sobre todo artículos fabricados en Vietnam (antigua Indochina) en cuerno, piedra y madera lacado. Su estilo supone una interpretación contemporánea de la artesanía tradicional de ese país asiático.
El Expreso de Oriente lleva 12 años exponiendo en el salón. Marcelo Krasnov Stoller, de su equipo de marketing, considera que el sector sigue perdiendo fuerza en el mercado. Hoy aquí no hay muchos visitantes, pero no es por la lluvia; es porque el mercado está en una baja clara. La marca trabaja con plata de ley, nácar y coral. Los directivos de la marca viajan mucho por Extremo Oriente. De hecho, fabrica sobre todo en Bali y Thailandia: sobre todo en Bali, quedan muchos pueblos pequeños con montones de artesanos que en cada pueblo tienen su propia especialidad tradicional. La artesanía se va perdiendo terreno porque muchos jóvenes prefieren trabajar en la construcción o en el turismo, pero todavía se mantiene. Nosotros también exponemos en el Homi de Milán y en el Bisutex de Madrid.
Nous Items, de Menorca, nos recordó la gran tradición menorquina en este sector que, por ejemplo, dio origen a la constitución de Sebime. Nosotros trabajamos con latón y esmaltes. La competencia china es terrible porque fabrican de todo, y a veces con mucha calidad. Además, a las empresas pequeñas como la nuestra, no nos compensa fabricar allí.
Frangos, de Grecia, declaró que su país también sufre una gran cantidad de importaciones chinas. Constituye una competencia importancia, pero solo por el precio, ya que su calidad es floja.
Madreperla, de Mallorca, se nos quejó de que el metro cuadrado de Bijorhca es el mayor del mundo, si se compara con otros salones de características similares. Además, aquí tenemos competencia hasta de Première Classe, que también tiene bastante bisutería. Mallorca perdió buena parte de su sector del calzado porque los empresarios decidieron fabricar fuera para ser más competitivos, pero el resultado es dudoso. Lo mismo ocurre con la bisutería, que está en baja por la competencia china y por la competencia de otros sectores de gasto que ahora resultan más apetecibles para los consumidores. Además, los chinos que hacen bisutería han aprendido de nosotros porque antes comprábamos allí y les hemos enseñado lo que necesitábamos. Ahora dominan el sector los fabricantes del sudeste asiático pero el fenómeno es el mismo. Y un salón como Bijorhca refleja esta situación: hay bastantes grandes marcas que ya no exponen.
Otro expositor nos había recordado también que los europeos habíamos enseñado a los chinos a trabajar mejor. Por un lado, porque con la producción les hemos transferido una parte importante de nuestro know-how. Por otro, porque muchas veces les hemos devuelto partidas defectuosas. Entre una cosa y otra han ido aprendiendo y cada vez son más capaces de competir con nosotros.
Dogon Art es una marca de aire africano que hace muchos años expone en Bijorhca. Pertenece a BOCI y fabrica sobre todo en los países de África occidental, donde se había desarrollado la cultura dogon.
También queremos destacar la marca francesa Ma Boîte à Bijoux porque sus artículos, fabricados en Francia, son personalizables por parte del cliente, puede elegir el tipo de piedra, su color, su forma, etc.
Finalmente, queremos mencionar las colecciones de Mundo con Calma, de Cristina Gascón, que ofrece un enfoque espléndido para la belleza serena; y las de Ana Popova, de Moldavia, que ofrecía piezas textiles en seda, que también mostrará en Homi y en Pure London.
+Info: www.bijorhca.com