Las claves de la nueva política comercial textil de Trump
Asociaciones estadounidenses como el consejo del textil NCTO y la federación del retail NRF valoran los efectos de la política comercial que quiere implementar el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Ante el inmediato ascenso a la Presidencia de EE.UU. de Donald Trump, Kimberly Glas, presidente y director general del Consejo Nacional de Organizaciones Textiles estadounidense (NCTO), ha sido de los primeros en comentar las prioridades del nuevo presidente en su nuevo mandato.
Glas ha valorado el nuevo lema ‘This new Sheriff loves tariffs‘ (‘Al nuevo sheriff le gustan los aranceles‘), que hace referencia a Trump, que parece anticipar ya la actitud de este nuevo gobierno. El presidente del NCTO ha considerado que con estos nuevos aranceles, «el Congreso de EE.UU. y el presidente Trump pueden reactivar la industria manufacturera estadounidense, crear empleo y trazar un camino viable para sectores y regiones fundamentales para la economía del país«.
Glas ha recordado que «los fabricantes textiles de Estados Unidos han resistido la Gran Depresión, la Gran Recesión y la pandemia de COVID-19. Pero hoy, la industria textil de Estados Unidos se enfrenta a un continuo desafío. Durante los últimos 18 meses, han cerrado sus puertas más de 21 plantas textiles. Bastantes empresas textiles que han existido durante más de un siglo están paralizadas o cerrando su capacidad y despidiendo a cientos de trabajadores debido a prácticas comerciales ilegales a nivel mundial«.
«La administración entrante y el Congreso de EE.UU. están ante una oportunidad única para adoptar medidas para abordar estos fenómenos y reforzar la actividad de este sector.»
Cerrar el grifo de la ley ‘De Minimis’
La disposición De Minimis en el comercio estadounidense permite que los bienes importados con un valor de hasta 800 dólares entren en el país libres de impuestos y prácticamente sin inspección. Esta laguna permite que cada día entren en Estados Unidos casi 4 millones de paquetes. Casi la mitad contiene productos textiles y de confección. Según la NCTO, China es el mayor beneficiario.
Mayor control aduanero
Según NCTO, los funcionarios de aduanas están tomando medidas contra el fraude en las importaciones y el recurso al trabajo forzoso. Además, deberán verificar el cumplimiento de las normas de los acuerdos de libre comercio con los países socios. «Necesitamos sanciones sólidas contra el fraude para disuadir a los infractores. Esto ayudará a estabilizar la cadena de producción entre Estados Unidos y el hemisferio occidental. Además, dejará de recompensar a países como China para que no obtengan acceso por la puerta trasera a nuestros acuerdos de libre comercio«, ha reclamado Glas.
Proyecto de Ley de Aranceles Misceláneos (MTB)
El proyecto del Miscellaneous Tariff Bill (MTB) prevé aranceles inferiores a sustancias como el acrílico y el rayón que no están disponibles en el país, «lo que ayuda a los fabricantes estadounidenses a seguir siendo competitivos a nivel mundial«.
Preservación de la regla de origen de los hilados a futuro
La regla de origen de los hilados a futuro es un componente central de los acuerdos de libre comercio de Estados Unidos. Requiere que los hilados y los tejidos se obtengan en Estados Unidos o en la región de libre comercio para que los productos de confección puedan recibir ese tratamiento libre de aranceles cuando se envían de regreso al mercado estadounidense.
Políticas ‘Buy American Products’
Las políticas de Trump quieren incentivar la compra de productos textiles y de confección hechos en Estados Unidos, algo que el presidente de la organización alaba.
Fondos e incentivos fiscales
Finalmente, Glas ha resaltado la «necesidad» del sector estadounidense de «incentivos fiscales y una reforma integral para alentar a las empresas a construir y ampliar instalaciones en Estados Unidos, reduciendo nuestra dependencia de las importaciones y creando puestos de trabajo«.
La contrapartida de la asociación de retail NRF
Por su parte, Jonathan Gold, vicepresidente de la Federación Nacional de Retail de EE.UU. (NRF), ha comentado algunos de estos aspectos, con una visión más crítica contra Trump.
Según un estudio de la federación, los consumidores estadounidenses podrían perder entre 46.000 y 78.000 millones de dólares en poder adquisitivo cada año si se implementan los nuevos aranceles. Esta medida supondría un sobrecoste de entre el 10% y el 20% a las importaciones de todos los países extranjeros y un arancel adicional a las importaciones procedentes de China. Gold ha subrayado que estos aranceles «los paga el importador estadounidense. No penaliza a un país extranjero ni al exportador. En última instancia, sale de los bolsillos de los consumidores a través de precios más altos«.
«Si bien algunos fabricantes estadounidenses pueden beneficiarse de los aranceles, las ganancias para los productores estadounidenses no superan las pérdidas generales para los consumidores«, ha añadido Gold.
Para más información: https://ncto.org / https://nrf.com
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