Buena parte de sus fibras más gruesas pueden servir para que el DITF -centro tecnológico textil- cree textiles de uso técnico

31.08.2022.- En un proyecto de investigación conjunto para el aprovechamiento de los cultivos de lavanda, el Instituto Alemán de Investigación Textil y de Fibras de Denkendorf (DITF), la Universidad de Hohenheim y la empresa Naturamus están probando diferentes variedades de esta planta. Desarrollan especialmente métodos eficientes para producir aceites esenciales. También pretenden reciclar las grandes cantidades de materiales residuales que genera su producción. El DITF, en concreto, investiga cómo pueden utilizarse para producir fibras textiles. 

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Miembros del equipo del DITF, Universidad de Hohenheim y Naturamus (Foto: Carolin Weiler)

El cultivo de lavanda en el Alb –una pequeña cadena montañosa del sur de Alemania- significa abrir nuevos caminos. Por ello, la Universidad de Hohenheim está probando cinco variedades diferentes en cuatro lugares, por ejemplo en Sonnenhof, cerca de Bad Boll. Los primeros resultados se esperan para finales de año. 

Durante la extracción de los aceites esenciales, se produce una gran cantidad de material residual que hasta ahora no se ha aprovechado. A partir del tallo de la lavanda se pueden obtener fibras para tejidos. El DITF ya está realizando desarrollos y análisis con esta materia prima renovable. Para utilizarla, los tallos de la planta con sus haces de fibras deben ser separados en sus componentes. Dentro de un haz de fibras, las fibras individuales lignificadas están firmemente unidas por el azúcar de la planta, la pectina. Esta unión debe disolverse, por ejemplo, con bacterias o con enzimas.

Los residuos de lavanda se usarán especialmente en textiles técnicos 

Jamal Sarsour, científico del DITF, está investigando diversas técnicas y métodos de preparación para producir fibras largas y cortas a partir de este material. Tenemos curiosidad por ver cuál será el rendimiento de las fibras y qué propiedades tendrán. 

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Campos de lavanda ya florecidos (Foto: Pixabay)

Thomas Stegmaier, director del proyecto, añade: la longitud, la finura y la resistencia de los haces de fibras determinan los posibles usos. Las fibras finas son adecuadas para la ropa, los haces de fibras más gruesas para aplicaciones técnicas.

Las posibilidades en el mercado son buenas, sobre todo en el sector de los textiles técnicos. Los compuestos de fibras, tan importantes para la construcción ligera, ya pueden producirse con fibras naturales renovables, como el cáñamo o el lino. El DITF ha utilizado ya residuos de la fermentación del lúpulo para producir compuestos de fibra. Los residuos de lavanda podrían ser otro componente natural para aplicaciones de alta tecnología. 

+ Info: https://www.ditf.de/en/