Dogi reduce sus pérdidas
En el comunicado de prensa que ha emitido Dogi International Fabrics se subraya sobre todo la reducción de las pérdidas en un 69%, lo que las reduce a 2,3 millones de euros. La estrategia que puso en marcha -racionalizar su capacidad productiva, reducir gastos y potenciar la innovación y el desarrollo de nuevos productos- parece estar dando resultados e incluso prevén que el grupo abandone los número rojos en este mismo ejercicio. Dogi facturó 148,2 millones de euros en el 2004, un 1,7% menos que el año anterior. La compañía acusa de este ligero descenso a la apreciación del euro frente al dólar y frente a todas las monedas asiáticas, así como a la nulidad de la planta mexicana, cuya actividad cesó en el 2003. De hecho, apunta que el efecto negativo de la conversión de moneda le ha supuesto pérdidas de 2,7 millones de euros y, en lo que respecta a la planta de México, destaca que a pesar de su cierre, en el 2003 facturó 3,2 millones de euros.De todos modos, su resultado operativo ha mejorado de manera sustancial y alcanza los 2,8 millones de euros, frente a las pérdidas de 3,8 millones que obtuvo en el ejercicio anterior. Dogi explica esta mejora como resultado de la recuperación del volumen de producción en las plantas asiáticas, las políticas de contención de gastos y la actividad de desarrollo de nuevos productos en Europa. Por otra parte, el grupo llevó a cabo una ampliación de capital de 28,9 millones de euros en el 2004, lo que supuso la emisión de más de 7,5 millones de nuevas acciones a 3,8 euros/ acción.Las esperanzas puestas en AsiaDogi espera que aumente la actividad en la zona asiática, como consecuencia de la creciente deslocalización de los confeccionistas occidentales y el crecimiento de los mercados locales. En previsión, ha incrementado ya la capacidad de producción en sus plantas en Thailandia, Nanjing (China) y Manila (Filipinas).En Europa, su estrategia se centra en la innovación, la mejora del servicio y flexibilidad, y con el fin de mejorar la operatividad aquí, tiene previsto iniciar la construcción de su nueva planta en El Masnou (Barcelona). Estima que en los próximos años la producción de tejido elástico en Europa disminuya, al tiempo que prevé un incremento en la cuota de proveedores globales. De este modo, apunta que las grandes marcas corseteras están reduciendo el número de proveedores y que la tendencia es que acaben concentrándose en los grandes.