La experiencia del lujo
La exposición, abierta hasta el 1 de mayo de 2016, propone un viaje a un contexto Haute Couture cla?sico, a trave?s de la evocacio?n de algunos de los rincones de los salones, los testimonios de quienes vivieron aquella e?poca y una seleccio?n de piezas u?nicas. El recorrido expositivo incide en tres bloques tema?ticos: Clientas incondicionales, construyendo la experiencia y el lujo asequible. Clientas incondicionales
Las clientas de Alta Costura, miembros de una e?lite, conceden gran importancia al vestuario que lucen en sus numerosas interacciones sociales, si?mbolo externo de su personalidad, estatus y estilo de vida. Las casas de Alta Costura son para ellas clubes selectos donde se da razo?n del e?xito social de cada una. Se sienten identificadas con la doctrina de la casa: “Cada mujer tiene un estilo y ese estilo se debe respetar antes incluso que seguir los imperativos dictados por las tendencias de moda”. Duen?as de grandes fortunas, ti?tulos nobiliarios, carreras arti?sticas o diploma?ticas, espan?olas o extranjeras, las damas que vesti?an Balenciaga destacaban siempre por su elegancia, sencillez y belleza. Ellas, a su vez, se senti?an co?modas y seguras de si? mismas, preparadas para triunfar en su vida social. Personalidades ilustres del siglo XX como Mona Von Bismarck, Bunny Mellon, Jack Bousquet, Madeline Dittenhofer, la Sra. de Berckermeyer, o la Marquesa de Llanzol vistieron algunos de los modelos que se exhiben en la muestra.
Construyendo la experiencia
La exclusividad impregnaba cada detalle en la casa Balenciaga, desde el mismo acceso, siempre por recomendacio?n de un clienta de la casa y celosamente custodiado por las recepcionistas. En los salones en un depurado estilo policromado en blanco y con una moqueta gris, ideados para no alterar el color de los vestidos, los desfiles comienzan a diario durante dos meses despue?s de la presentacio?n oficial de la coleccio?n. Se trata de un acontecimiento muy restringido. Las maniqui?es, trabajadoras a tiempo completo en la casa, reflejan esa anatomi?a que se adecua al estilo Balenciaga, a los movimientos del exquisito lenguaje corporal a las que va dirigido ese atuendo. Son seleccionadas para encarnar la inspiracio?n del maestro con una particular este?tica y esta?n permanentemente a disposicio?n de las clientas para lucir, en silencio, los modelos seleccionados por ellas.
Las vendedoras, figura clave de la maison, algunas de ellas pertenecientes al “mundo” a su vez, conoci?an perfectamente el ci?rculo social y el estilo de vida de sus clientas. Las vendedoras aportaban la personalizacio?n en todo el proceso de compra, acompan?ando a las clientas desde la seleccio?n de los modelos de una coleccio?n, hasta la confeccio?n de los mismos, supervisando los diferentes fittings con las probadoras, cuya te?cnica, minuciosidad y precisio?n son imprescindibles para la consecucio?n del encaje perfecto entre el modelo seleccionado y la clienta. La relacio?n entre Balenciaga Pari?s y las casas en Espan?a era estrecha. En Espan?a se reproduci?an los modelos de Pari?s, los cuales gracias a Juan Emilas, Felisa Irigoyen y Mari?a Ozcariz que ayudaban en la presentacio?n de la coleccio?n en la capital de la Haute Couture, se reproduci?an en papel. En Madrid se reuni?an las probadoras, junto a una cortadora de los tres talleres. Existi?an cambios en los modelos bajo las decisiones del maestro, en funcio?n de las maniqui?es y debido a los tejidos, no siendo presentada en su totalidad la coleccio?n que se habi?a presentado en la capital francesa.
El lujo asequible
El aura que desprende Balenciaga se convierte pra?cticamente en una aspiracio?n social. La irrupcio?n de complementos como perfumes, guantes, pan?uelos o bolsos y las copias de los modelos originales (li?citas, como las de los grandes almacenes americanos, pero tambie?n ili?citas) permiten acceder a ma?s mujeres a este mundo de lujo y refinamiento. La clientela de e?lite buscaba el total look y disponi?a de un guardarropa completo para todas las ocasiones, desde hobbies hasta compromisos sociales, en contraste con aquellas clientas que aspiraban a envolverse en el aire de Balenciaga a trave?s de otros lujos ma?s asequibles.
* Para más información: https://www.cristobalbalenciagamuseoa.com