De todo ello nos hablan las diseñadoras Silvia Vera y Celia Marco, así como las marca Ras y Cascabel. La temporada huye de futurismos y excentricidades y se asienta en lo clásico. Se busca el glamour y la sofisticación en la estética vintage y, de cara a esta primavera-verano, la insipiración se encuentra en las pin-up´s de los 50 o en el Hollywood de los 60. Sandalias de diseño atrevido, colores ácidos y materiales tales como vinilos, piel laminada, etc., de punta redondeada y tacón alto, conviven con las de aires más hippies, de suela ultraplana, muy sencillas y elaboradas en materiales naturales, como madera, cuero, sedas, etc. Destacar la colección pin-up de Silvia Vera, en pieles como el nobuck, el ante o la cabra, en tejidos como la seda estampada o el hilo de yute mezclado con piel de coco, también en rejilla metálica o piel de cabra laminada en plata y bronce, en vinilo, etc. En esta línea, Celia Marco recupera las sandalas con palas en forma de lazo o tubulares, los estampados de rayas, flores o palmeras, así como los modelos con trenzado, que ella sigue realizando según las técnicas que se utilizaron en los 50. Cuenta también con una propuesta ye-yé, de tonos pastel y formas en plano, de sandalias con volantes o enlazadas en el tobillo.Pulse sobre las imágenes para verlas ampliadas

Ras juega también con esta tendencia y presenta bailarinas con grandes lazos, alpargatas de cuña con una flor carnosa que las corona, zapatos de tacón con una mariposa verde u otros de trenzados con un surtido de flores exóticas, sandalias de plataforma en corcho o unos zapatos en denim de tacón bajo… Una variedad de propuestas que Ras reune bajo el título de Flor de Pasión. Introduce también una línea más étnica, sencilla y natural, de aires orientales y rica en detalles. De este modo, cuenta con unas alpargatas de lentejuelas que trazan unas palmeras, unas bailarenas negras con bordados Acapulco o unas sandalias con retablo de fantasía y una piedra de cristal del traslúcido en el frontal.Por esta última línea apuesta Cascabel, que presenta una línea de bailarinas en seda salvaje y aplicaciones de cristal o lentejuelas y otra de sandalias en madera y piel. Colores vivos e inspiración oriental en la primera, tonos marrón e inspiración étnica en la segunda.
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