La empresa no ha querido hacer públicas las cifras que la han motivado a la suspensión de pagos. Tan sólo alega una caída de las ventas y las pérdidas sufridas en los últimos años. Según declaraciones del secretario comarcal de FIA-UGT, Juan Antonio Maciá, a la Agencia Efe, la intención de los sindicatos es salvar el máximo de puestos de trabajo y, en caso de no ser posible, reclamar indemizaciones.Maciá asegura que tienen la sospecha que la marca seguirá funcionando y que solicitarán viabilidad para los trabajadores en un posible nuevo proyecto. De todos modos, ha recordado que la negociación con la emprea está abierta y que todavía falta el visto bueno de la Administración, «sin ocultismo y con el compromiso y las garantías que ofrece la legislación».Desde el fin de semana del 9 de septiembre, los trabajadores están realizando guardias para evitar el cierre de la empresa, un acto de precaución que Maciá asegura que continuarán mientras los empleados lo consideren necesario.