Según el Material Change Index 2022, las empresas de textil/moda registran avances mínimos en su camino hacia la sostenibilidad
Textile Exchange ha publicado el Material Change Index 2022, titulado Material Change Index Insights. Se trata de un informe que analiza sobre los cambios en la elección de los materiales por parte del sector textil/moda. Su lectura deja un regusto amargo. Aunque con buenas palabras, viene a decir que el sector textil/moda no hace los deberes que debería hacer para revertir el cambio climático. Su resumen ejecutivo enumera algunos avances y también algunos retrocesos y, sobre todo, estancamientos. Y eso a pesar de que las empresas y marcas consideradas son probablemente la crema del sector. Nuestra conclusión es evidente: así no vamos a ninguna parte.
Es cierto que el 76% de las empresas participantes en la encuesta –que comenzó a hacerse en 2015- mejoraron sus resultados, pero no son en absoluto suficientes para alcanzar las metas previstas para 2030.
Por cuarto año consecutivo, el Índice analiza seis indicadores:
Uso de materiales preferidos
Utilización de materiales reciclados
Emisiones de gases con efecto invernadero
Uso de tierra
Información sobre los países de origen
Modelos circulares de negocio
Las respuestas recibidas parecen indicar que las empresas están pensando seriamente en modificar positivamente su suministro de materiales. El cambio, sin embargo, no es todavía suficientemente rápido ni sistémico.
Da la impresión –sostiene Material Change- de que para acelerar el cambio habría que utilizar la técnica del palo y la zanahoria. En otras palabras, las autoridades y organizaciones deberían incentivar el cambio a modelos circulares y regenerativos.
A continuación, el informe explica la evolución respecto a los seis indicadores ya mencionados. Incluimos también un gráfico que explica visualmente la evolución en cada uno de ellos.
Suministro de materiales preferidos
La encuesta indica que en 2022 las empresas aumentaron el uso de materiales preferidos (+6%) y de materiales reciclados (+2%), pero también de los que no lo son, aunque a un ritmo menor. El cambio, por lo tanto, existe, pero a un ritmo exageradamente lento. Además, el concepto materiales preferidos (preferred materials) es muy vago. Cada uno lo puede interpretar a su gusto.
Uso de materiales reciclado
La poliamida reciclada supone ya algo más del 12% de toda la poliamida usada, frente al 4,5% del año anterior. El uso de rellenos reciclados (de pluma natural o sintéticos), por su parte, ha pasado del 0,1 al 1,7%. No ha habido ningún cambio en las fibras celulósicas, aunque es probable que lo veamos pronto. Los textiles post-consumo reciclados, por último, han pasado del 0,06% al 0,6% durante los 4 últimos años, una cifra todavía ridícula, que se explica en buena parte por las dificultades logísticas y técnicas que supone su reciclaje.
Emisiones gases con efecto invernadero
Las emisiones de esos gases se redujeron durante la pandemia, desde 2020, pero en 2022 volvieron a crecer. La mitad de las empresas consultadas afirman haberse propuesto objetivos basados en la ciencia. Desgraciadamente, no informan sobre pasos dados para conseguirlos.
Uso de tierras con estándares de sostenibilidad
Las tierras dedicadas a la producción de algodón, lana y madera suponen un total de 42.2 millones de hectáreas, pero solo un 18,3% de ese total es gestionado con programas de sostenibilidad y de certificación.
Información sobre el país de origen de los artículos
El porcentaje de artículos donde el país de origen está identificado se ha mantenido prácticamente estable durante los 4 últimos años. En 2020 mejoró dos puntos y en 2021 bajó uno. Los cinco países citados con mayor frecuencia son India, China, Turquía, Estados Unidos y Pakistán. Las cifras son mejores respecto a la información del origen de los materiales reciclados: superan a la media.
Modelos circulares de negocio
En este terreno -que incluye la reparación de artículos, su reciclaje, su venta y su alquiler- el sector se está moviendo con mayor rapidez. Esto afecta especialmente al alquiler, que genera el 70% de todas las operaciones, pero que apenas progresa. Las prendas recicladas o reparadas suponen todavía porcentajes muy bajos. Todavía no existe ninguna correlación entre la instauración de modelos circulares de negocio y una reducción del consumo, que constituye su objetivo.
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