Antonio Miró

Miró ha explicado que se marcha a Madrid invitado por Cuca Solana, directora de Cibeles y “una amiga de toda la vida, que no me ha puesto ninguna condición”, y ha asegurado que está muy ilusionado con desfilar en la capital, porque además gran parte de su facturación la realiza en España. Tras señalar que su incorporación al calendario de Madrid no implica ningún compromiso de continuidad “porque me siento una persona libre”, ha dicho que también se va a Cibeles porque no recibe ninguna ayuda de la Generalitat de Catalunya y porque “Barcelona ha expulsado a los diseñadores consolidados en favor de los noveles, y no tenemos ninguna plataforma para mostrar nuestro trabajo”. Para su desembarco en Madrid, en donde asegura que toda la gente es muy amable y en donde se encontrará con amigos como Jesús del Pozo, Antonio Alvarado, Fernando Lemoniez y Modesto Lomba, entre otros, Miró tiene prevista una puesta en escena especial, aunque no quiere revelar en qué consistirá. Ha recordado que en su larga carrera como diseñador sólo ha desfilado una vez en Madrid, para celebrar sus 25 años en el mundo de la moda, y que entonces contó con la colaboración de estos creadores madrileños, a los que está muy agradecido, porque participaron como modelos en su desfile, logrando incluso ese año el premio L´Oreal. Dura crítica al gobierno catalán El último desfile de Miró fue este verano en París, tras anunciar que dejaba Barcelona porque la ciudad había perdido su valor mediático y ya no despertaba el interés de la prensa. Ha insistido en que la estrategia de la Generalitat de apoyar a los jóvenes diseñadores está muy bien, “porque hay que buscar nuevos valores, pero esto no debe implicar abandonar a las marcas consolidadas que siempre han trabajado y desfilado en Barcelona”. En la entrevista ha definido la nueva pasarela 080 Barcelona Fashion como una aberración, “porque deja fuera a los consolidados y es como si París decidiera renunciar a los grandes diseñadores como Dior o Balenciaga porque ya están consagrados, y organizara sólo desfiles con las promesas”, lo que resulta impensable, y además, a los diseñadores noveles les hace ilusión desfilar con los consolidados. También considera que la política de la Generalitat en la moda ha hecho mucho daño al sector y a la ciudad porque, tras el deporte, los desfiles de moda son el evento más mediático, y “Barcelona sin la Pasarela Gaudí ha perdido mucha vida”. Miró también se ha referido a la situación económica actual y al descenso de las ventas, ha calificado de terrible para el sector el mes de noviembre y ha remarcado que no se sabe qué va a pasar a partir de ahora, pero está seguro de que las cosas van a cambiar mucho. Respecto a la marcha de su empresa, ha considerado que el hecho de licenciar la confección de los trajes, camisas, cazadoras y otras prendas de vestir a la empresa portuguesa Dielmar hará que a partir del 2009 su ropa sea de más calidad a un precio algo menor, en torno al 20%, “que es lo que demanda el cliente en estos momentos”. Uno más que se va a Madrid Tras desaparecer la Pasarela Gaudí, Cibeles ha ido acogiendo en sus filas a sus diseñadores. Miriam Ocáriz, Lydia Delgado, Josep Abril, Sita Murt o TCN (aunque fuera del programa oficial) llevan ya varias temporadas presentando sus colecciones en Madrid, que se erige como la capital de la moda en España con la nueva Madrid Cibeles Fashion Week. Acabado y enterrado en debate de si Madrid o Barcelona, en la ciudad condal el Ayuntamiento anuncia planes para recuperar el esplendor que tuvo con la Pasarela Gaudí con un proyecto de nombre Barcelona Fashion Place, del que poco se sabe.