Las empresas deberán someter a aprobación sus mensajes. En caso contrario podrán ser castigadas con multas importantes por greenwashing.

El 14 de febrero los comités de Mercado Interior y Medio Ambiente de la Unión Europea adoptaron nuevas normas para luchar contra el greenwashing empresarial. Fueron aprobadas con 85 votos a favor, 2 en contra y 14 abstenciones. En marzo se someterán a votación en la próxima sesión plenaria del Parlamento Europeo. El nuevo Parlamento seguirá el expediente tras las elecciones europeas de junio.

Según la nueva norma, los verificadores acreditados evaluarán cualquier mensaje referente al marketing ambiental o afirmación ecológica en un plazo de 30 días. Las violaciones de estas regulaciones podrían dar lugar a sanciones severas, incluidas multas de un mínimo del 4% de la facturación anual del infractor.

Las microempresas estarán exentas de estas obligaciones. Las pequeñas y medianas tendrán un año para cumplir con ellas a partir de su aprobación definitiva.

La Comisión de la UE tiene la tarea de precisar procedimientos de verificación rápidos y simples. Además, está estudiando la permisibilidad de las declaraciones ecológicas en productos que contienen sustancias peligrosas.

En respuesta a la directiva, Cyrus Engerer, ponente de la Comisión de Medio Ambiente, ha afirmado: «Es hora de poner fin al greenwashing. Los consumidores europeos quieren tomar decisiones medioambientales y sostenibles. Todos los que ofrecen productos o servicios deben garantizar que sus afirmaciones ecológicas estén científicamente verificadas«.

La directiva sobre afirmaciones ecológicas recientemente aprobada complementa la prohibición existente de la UE sobre greenwashing. Ahora exige a las empresas que fundamenten sus afirmaciones de marketing ambiental. Además, establece un marco estructurado y plazos para examinar las pruebas y respaldar las reclamaciones, acompañados de sanciones claras en caso de incumplimiento.

Unión Europea, greenwashing, lavado verde

La UE estrecha el cerco al greenwashing

La directiva consolida la reciente prohibición de la UE de las afirmaciones ecológicas que dependen únicamente de sistemas de compensación de carbono. Sin embargo, permite a las empresas hacer referencia a esquemas de compensación siempre que hayan reducido al máximo las emisiones y empleen estos esquemas solo para las emisiones residuales. Los créditos de carbono deberán certificarse siguiendo el Marco de Certificación de Eliminación de Carbono ya existente.

Existen ya disposiciones especiales sobre los mensajes comparativos, particularmente en anuncios que yuxtaponen dos productos distintos, incluso si son producidos por la misma entidad. Las empresas deben demostrar métodos uniformes para comparar aspectos relevantes del producto. Además, las afirmaciones sobre mejoras de productos no pueden basarse en datos con más de cinco años de antigüedad.

Andrus Ansip, ponente de la Comisión de Mercado Interior, comentó: «Los estudios muestran que el 50% de las afirmaciones medioambientales de las empresas son engañosas. Los consumidores y empresarios merecen transparencia, claridad jurídica e igualdad de condiciones de competencia. La solución propuesta por los comités es equilibrada, aporta claridad a los consumidores y en muchos casos es menos grave para las empresas que la solución propuesta originalmente por la Comisión».

Según la directiva, los verificadores acreditados evaluarán cualquier marketing ambiental o afirmación ecológica en un plazo de 30 días. Las violaciones de estas regulaciones podrían dar lugar a sanciones severas, incluida la exclusión de las adquisiciones, la confiscación de ingresos y multas de un mínimo del 4% de la facturación anual del infractor.

Además, establece un marco estructurado y plazos para examinar las pruebas y respaldar las reclamaciones, acompañados de sanciones claras en caso de incumplimiento.

Para más información: https://www.europarl.europa.eu/news/es

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23.02.2024