Para luchar contra el greenwashing, la directiva del Parlamento Europeo exige declaraciones fundamentadas y regula las etiquetas de sostenibilidad.

El 17 de enero, el Parlamento Europeo aprobó por abrumadora mayoría una nueva directiva destinada a limitar el greenwashing y la difusión de información engañosa sobre productos.

Con una impresionante mayoría de 593 votos a favor, 21 en contra y 14 abstenciones, la directiva representa un paso significativo para la protección de los consumidores y la promoción de decisiones de compra más sostenibles. El documento inició su proceso legislativo hace ya un año, en medio de fuertes presiones de diversas partes interesadas.

Un elemento central de la directiva son las medidas destinadas a mejorar la claridad y fiabilidad del etiquetado de los productos. Prohíbe específicamente el uso de afirmaciones medioambientales vagas como «respetuoso con el medio ambiente, natural, biodegradable, neutral para el clima o eco«, a menos que puedan fundamentarse con pruebas.

Ahora también se regulará el uso de etiquetas de sostenibilidad, dada la confusión que genera su proliferación y la falta de comparabilidad entre ellas. En el futuro, en la UE sólo se permitirán etiquetas de sostenibilidad basadas en sistemas de certificación oficiales o establecidas por las autoridades. Además, la directiva prohibirá las afirmaciones de que un producto tiene un impacto neutro, reducido o positivo en el medio ambiente debido a sistemas de compensación de emisiones.

Otro aspecto clave de la directiva es su énfasis en la durabilidad de los productos. La nueva ley exige que se garantice que la información se muestre de manera más destacada. Además, se introducirá una nueva etiqueta armonizada para destacar los productos con períodos de garantía ampliados.

Una victoria europea contra el greenwashing

La directiva también apunta a afirmaciones de durabilidad infundadas, como afirmaciones poco realistas sobre la longevidad de aparatos en condiciones normales de uso. Aborda la cuestión de las solicitudes prematuras de sustitución de consumibles y prohíbe la práctica de presentar falsamente productos como reparables.

La relatora del Parlamento, Biljana Borzan, afirmó: «Esta ley cambiará la vida cotidiana de todos los europeos. Nos alejaremos de la cultura del descarte, haremos que el marketing sea más transparente y lucharemos contra la obsolescencia prematura de los productos. Las personas podrán elegir productos más duraderos, reparables y sostenibles gracias a etiquetas y anuncios fiables. Lo más importante es que las empresas ya no nos pueden engañar diciéndonos que las botellas de plástico son buenas porque la empresa plantó árboles en algún lugar, o decir que algo es sostenible sin explicar cómo«.

Todos los expertos del sector, y muchas asociaciones ciudadanas son conscientes, sin embargo, de que la Directiva no resuelve definitivamente el problema del greenwashing, que muchas veces exigirá decisiones judiciales y una presión continua.

Para más información: https://www.europarl.europa.eu/news/es/press-room/

Pinker Moda

06.02.2024