Praedium se hace con la planta española de Nylstar por 1,8 millones de euros en la tercera subasta judicial, tras quedar desiertas las dos primeras. El comprador se compromete con las autoridades italianas a mantener la titularidad de las acciones durante tres años. La operación salvaría así los 215 puestos de trabajo hasta ahora en jaque. Y es que, a pesar de la situación concursal, la empresa continuó con su actividad. El año pasado, registró un volumen de ventas de 50 millones de euros y hasta el último trimestre mantuvo altos niveles de producción. En este sentido, Praedium considera que, pese a la crisis y el descenso de la demanda, la empresa es competitiva y puede acabar siendo una buena oportunidad de inversión por la desaparición de otros fabricantes. De hecho, esta empresa inversora suele participar en empresas en crisis o en fase de reconversión, compra compañías en concurso de acreedores, liquida las deudas y trata después de obtener rentabilidad a sus activos, sobre todo inmobiliarios. De todos modos, el propósito de Praedium en este caso es permanecer a largo plazo. Por el momento, su primer paso es superar el concurso de acreedores.