Múltiples asociaciones y empresas de la industria de la moda han emitido comunicados frente al anuncio de Trump y la implementación de aranceles, que entran en vigor esta misma semana.

La última de las empresas en hablar sobre los aranceles de Trump en la industria de la moda ha sido Inditex, a través de su CEO, Óscar García Maceiras. Aun así, no ha sido la única en pronunciarse. Sus declaraciones se suman a los primeros comunicados, de USFIA (asocación estadounidense), FICE (calzado español) y Euratex, sucedidos por las opiniones vertidas desde la CFDA (asociación de diseñadores de EE.UU.) y la ITMF (federación de manufactura textil internacional).

Trump ha anunciado aranceles a todos los productos importados en EE.UU., ya en vigor.
Trump ha anunciado un arancel universal del 10% a los productos importados en EE.UU., ya en vigor, y castigos adicionales para adversarios, como los países asiáticos y también la Unión Europea.

El gigante español de la moda Inditex transmitió un mensaje de confianza a finales de la semana pasada, en palabras de su consejero delegado. García Maceiras recordó que la compañía «está acostumbrada» a regulaciones de impuestos «muy distintos y cambiantes«. Según el mensaje transmitido por el CEO, el grupo no teme a la subida de precios en Estados Unidos, su tercer mercado en importancia. «Estamos muy bien posicionados«, apuntó el empresario, sin vestigios de duda ni retroceso significativo del grupo en dicho mercado.

Óscar García Maceiras, CEO de Inditex.

La perspectiva americana

Antes que todo, la Asociación de la Industria de la Moda de Estados Unidos (US Fashion Industry Association, USFIA) hizo pública su opinión respecto a los aranceles anunciados por el gobierno del país. «Estamos profundamente decepcionados con la decisión de la administración Trump de imponer nuevos aranceles en todas las importaciones. Esta acción afectará particularmente a las marcas de moda americanas y a los retailersLa industria de la moda depende de la cadena global de suministro. Los incrementos en otros países afectarán a nuestros precios».

A los pocos días, el Consejo de Diseñadores de Moda de EE.UU. (CFDA) valoró también esta decisión gubernamental. «Si bien apoyamos los esfuerzos para fortalecer la fabricación nacional, los nuevos aranceles deben equilibrarse con las realidades de la industria actual interconectada«. «La moda estadounidense se nutre de la creatividad, la innovación y una red mundial de socios. Instamos a los responsables políticos a considerar el impacto de estas medidas y a comprometerse con los líderes de la industria en el desarrollo de soluciones que fomenten el crecimiento a largo plazo de los diseñadores con sede en EE.UU

Opinión compartida

La patronal Euratex también emitió un comunicado sobre el impacto de estos aranceles en la industria europea del textil. El presidente de EE.UU. anunció un gravamen del 20% en los productos importados en el país desde la UE. El comunicado de Euratex mostró mayores signos de preocupación, recordando que el país norteamericano es el quinto socio comercial para la UE, con más de 9.000 millones de euros en intercambios comerciales cada año. «Los consumidores americanos disfrutan de la moda de alta gama y también de los tejidos técnicos importados desde Europa. Añadir unos aranceles del 20% obstaculizará estas relaciones».

Dirk Vantyghem, director general de Euratex, advirtió de los riesgos que comportará este incremento arancelario. «Esta decisión es como volver atrás en el tiempo. Llevará a una relación distante en la industria textil mundial. Euratex defiende un comercio libre pero justo, basado en normas comunes respetadas por todos. La Unión Europea y los Estados Unidos deberían predicar con el ejemplo».

Dirk Vantyghem, director general de Euratex.

También la Federación Internacional de Fabricantes Textiles (ITMF, por sus siglas en inglés) comentó públicamente las consecuencias de estos aranceles. «La decisión de la Administración de EE.UU. de imponer unilateralmente estos aranceles desafía el actual sistema de comercio mundial«. «Los países exportadores verán aumentar los tipos desde un 12% hasta un 38% e incluso un 65%. Los importadores estadounidenses buscarán alternativas de abastecimiento en países con aranceles más bajos, aunque estas alternativas tienen un coste de producción más elevado y a menudo carecen de las capacidades necesarias«, apuntó el presidente de la federación, K. V. Srinivasan.

«La deslocalización a Estados Unidos también plantearía retos importantes. Los costes de mano de obra son sustancialmente más elevados y muchos artículos esenciales para la producción seguirían teniendo que importarse. Ya sea a través de aranceles más altos o por una producción cercana más costosa, el resultado será un aumento de los precios. Esto, en última instancia, contribuirá a una mayor inflación«, concluyó Srinivasan.

Impacto de los aranceles en España

En el ámbito español, también se han pronunciado algunas asociaciones, como la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE). A través de su secretario general, Salvador Gómez, el sector recordó la seguridad necesaria en la industria y las relaciones comerciales. «Nuestras empresas necesitan certidumbre para poder desarrollar sus estrategias de internacionalización. El anuncio de Trump lo único que genera es inestabilidad en los mercados«. Estados Unidos es el sexto país importador de calzado de España, y el primero de fuera de la Unión Europea.

EE.UU. importa el 98% de sus prendas de vestir y hasta el 99% del calzado, con importante foco en el mercado español y europeo.

Por otro lado, la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon) también valoró la situación, aunque en este caso centrándose en el anuncio del Gobierno de España, con unas inversiones previstas de 14.100 millones de euros. La entidad valoró «con cierta expectación» una propuesta que, «si bien es generalista, afecta de forma directa a un sector profundamente implicado en el comercio de exportación e importación«.

Desde Fedecon valoraron este plan como «un primer paso necesario«, aunque también subrayaron que «debe complementarse con políticas más específicas«. «En un momento en el que se habla de diversificar en otros mercados, la apertura a nuevos destinos comerciales no puede depender únicamente del empuje empresarial. Promover la moda española en nuevos destinos exige una acción coordinada de las instituciones, con importantes inversiones en recursos económicos y de tiempo«, destacaron desde la organización.

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