El sector textil/confección turco está atravesando un periodo difícil, como consecuencia de problemas internos y externos que este año parece que se están calmando. Las exportaciones pueden remontar.

4.04.2017.- La situación del sector textil/confección turco comenzó a empeorar hace más de cinco años, con motivo de las guerras en Irak y Siria. El derribo de un avión ruso sobre suelo turco motivó unas importantes represalias económicas por parte del gobierno ruso. Ya en clave de política interior, la sociedad turca quedó muy tocada con el supuesto golpe de estado contra el actual gobierno turco y con las medidas represoras adoptadas por este. Los numerosos actos de terrorismo acaecidos en el país acabaron de sembrar la inseguridad y provocar la caída del turismo, que era una de sus principales fuentes de ingresos.

Sector textil/confección turco: mantiene su estructura y su capacidad productiva

Todo ello afectó a la economía turca y a su sector textil/confección. El sector confeccionista, que en 2014 había exportado artículos por valor de 18,5 billones de dólares se quedó en 17 en 2016. Además, la imagen del sector sufrió como consecuencia del hecho de que muchos refugiados sirios no legalizados están trabajando en las fábricas turcas para poder ganarse la vida.

Desde el año pasado, las asociaciones y los líderes del sector están insistiendo en el mensaje de que las estructuras y las capacidades productivas del sector textil/confección turco siguen siendo poderosas y siguen teniendo una gran potencial de crecimiento. Turquía, por ejemplo, es el mayor proveedor europeo y el tercero del mundo de hilados. En 2015 generó el 16,7% de todas las importaciones textiles europeas y el 11,7% de las de confección.

Para fortalecer la confianza occidental en sus empresas, las asociaciones de textil/confección han organizado reuniones con sus colegas extranjeros, en Francia, Bélgica, Gran Bretaña, Alemania e Italia.

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Optimismo, a pesar de todo

En febrero de 2017, durante la Istanbul Yarn Fair, expositores y visitantes mostraron un optimismo notable basado en varias circunstancias:

–          las negociaciones internacionales pueden acabar con la guerra de Siria.

–          Los compradores rusos están volviendo a Turquía.

–          Las exportaciones están creciendo, por lo menos hacia países Estados Unidos y otros países.

–          El gobierno turco está negociando un nuevo acuerdo de libre comercio con Pakistán.

–          El mercado interior está evolucionando de forma positiva. La TGSD (asociación turca de fabricantes confeccionistas), preve para este año un crecimiento situado entre el 8 y el 10%.

Por otro lado, un grupo de inversores está planeando la construcción de la primera planta turca de fibra de viscosa, probablemente emplazada en Esmirna, el segundo puerto turco, o en Kocaeli, al este de Estanbul. Tendrá una capacidad inicial de 250.000 toneladas, ampliables a 500.000, que es la cantidad que el país importa actualmente con un coste anual de 500 millones de dólares.

Objetivo: exportaciones por valor de 72 billones de dólares en 2023

El sector turco de textil/confección no se deja amilanar por las dificultades y quiere alcanzar en 2023 unas exportaciones por valor de 72 billones de dólares, el triple que en 2016. Ese año marca el centenario del establecimiento de su República, fundada por Mustafá Kemal Ataturk. Para alcanzar este objetivo el gobierno, debe asegurar la estabilidad nacional y regional, mantener buenas relaciones con sus socios de la UE y ofrecer más incentivos sectoriales más que regionales.

El sector textil/confección turco, por su parte, debe poner remedio a sus puntos débiles:

– La falta de más trabajadores cualificados.

– La caída del número de estudiantes en las carreras textiles.

– La reducción en las inversiones desde 2013.

– La escasa atención prestada hasta ahora a los textiles técnicos.

– La tendencia turca al proteccionismo comercial para defender su sector textil/confección con aranceles aduaneros adicionales y tasas antidumping a las importaciones de algunos países.

Motivos de preocupación

En 2016, casi dos tercios de las exportaciones turcas estuvieron dirigidos a la UE. Según datos de ITKIB (la asociación de exportadores confeccionistas de Estanbul), ese año las ventas textiles a Europa crecieron un 8,6% hasta los 4,01 billones de dólares. Las confeccionistas, en cambio, bajaron un 2,3% y alcanzaron solo 11,86 billones. Los principales mercados exteriores de confección fueron Alemania y Gran Bretaña. Para otros segmentos de productos, como los calcetines, su mercado principal es Gran Bretaña, que absorbe el 28% de todas las ventas exteriores de calcetines.

El principal motivo de preocupación para los exportadores del sector textil/confección turco, sin embargo, son las difíciles relaciones con Rusia, que durante muchos años fue su principal mercado. Desde el derribo del avión ruso, en noviembre de 2015, Rusia prohibió las importaciones turcas de textil, confección y artículos en piel. Durante la segunda mitad de 2016 la situación se normalizó y Turquía recuperó sus ventas a Rusia. En estos momentos, están creciendo con solidez, aunque los exportadores miran siempre a Rusia con cierta inquietud.

Otro motivo de preocupación para los exportadores turcos es (el futuro del TTIP Trans-Atlantic Trade and Investment Partnership Agreement) entre Estados Unidos y la Unión Europea, que el presidente Trump no ve con buenos ojos.

Los refugiados sirios

En el panorama destaca por último el problema de los refugiados sirios. De los cinco millones de desplazados que ha ocasionado la guerra de Siria, unos tres están viviendo en Turquía. Diversas asociaciones empresariales consideran que el esfuerzo por ofrecerles unas condiciones de vida decentes debería ser compartido por todos los países involucrados, entre ellos los de la UE.

Una solución a la actual situación podría ser la creación de Zonas Industriales Humanitarias, que se situarían en la propia Turquía y en los países vecinos y que podrían ofrecer empleo a muchos de estos refugiados. Esta solución podría generar valor añadido, reducir el nivel de desempleo entre los refugiados y rebajar la amenaza terrorista a nivel global.

Las instituciones turcas han urgido a las marcas europeas que se aprovisionan en Turquía para que apoyen esta iniciativa y eviten los abusos laborales a que son sometidos a menudo esos refugiados.

+ Info: www.itkib.org.tr