Sonia Rykiel, en el museo
Sonia Rykiel |
Recuerda Olivier Saillard, el comisario de la exposición Sonia Rykiel, exhibition, que ella fue la primera en desestructurar las prendas, retirar los forros, las hombreras, todo lo que formaba el guardarropa de los años 50. La muestra, que se inaugura hoy y podrá verse hasta el 19 de abril, no es sino un homenaje a la trayectoria de la diseñadora parisina con ocasión del 40 aniversario de sus inicios, en pleno mayo del 68. Sonia Rykiel es “un poco la pionera de los movimientos llamados conceptuales”, declara Saillard. La ausencia de dobladillo, las costuras al revés, “es un gesto conceptual que no existía” en la moda hasta entonces. La exposición empieza con un vestidito de punto gris con la inscripción Mode tachada. Todo un símbolo, sostiene Saillard, quien subraya la voluntad de Rykiel por “anular la renovación por temporadas de las colecciones”. Explica que en vez de la moda, la diseñadora prefiera la “desmoda”, palabra que ella misma inventó para invitar a cada mujer a crear su propio estilo. “Ella evocó siempre la permanencia. La lección de sus 40 años de trabajo es que hizo siempre lo que ella era”, agrega el curador. La propia Sonia Rykiel define en una frase su moda suave y sensual hecha de punto, de jersey y de muselina: “Yo no revoluciono, yo evoluciono, a menudo de manera imperceptible”. Organizada de manera temática, la exposición reúne 220 modelos de 1968 a nuestros días. Vídeos de desfiles, una película de la militante feminista Antoinette Fouque sobre Sonia Rykiel, portadas de revistas, reproducciones de los cuadernos de diseño de la modista y fotos en blanco y negro, firmadas por Dominique Issermann, permiten al visitante comprender su trabajo y su universo. Entre los otros éxitos de la casa, pueden verse los joggings du soir con inscripciones de lentejuelas o jerseys con mensajes en strass de esta diseñadora enamorada de las palabras y autora de varios libros. Sonia Rykiel fue también la primera que “mezcló las horas”, con ropa para ser lucida de día como de noche, y la primera que utilizó pieles artificiales, agrega el curador. La exposición da un lugar también al negro, color favorito de la diseñadora “que era un color de vieja dama en los años 50, nunca asociado a la moda”, recuerda Saillard. En abrigos, vestidos y encajes, Sonia Rykiel lo convirtió en color de seducción. Los modelos creados por los más grandes diseñadores de moda en honor de Sonia Rykiel y presentados en octubre en el desfile aniversario de la diseñadora, son expuestos en la última sala, como un homenaje final.