El grupo, con sede en Ginebra, no espera ninguna mejora significativa “dado el actual clima económico y las incertidumbres que afrontamos”, según ha reconocido a través de un comunicado. Y es que sus ventas durante el último trimestre de 2008 cayeron un 7% respecto al mismo periodo del año anterior, una tendencia que se agravó en diciembre con un descenso del 12%. Sólo en Estados Unidos, su volumen de negocio cayó un 24%. La empresa, tres cuartas partes de la cual la componen marcas de relojería de lujo y joyería, asegura estar dispuesta a “adoptar las medidas necesarias para pasar este periodo difícil y para salir reforzados”. Señala que, desde octubre, “la economía real ha empezado a sufrir las repercusiones dramáticas de la crisis financiera. La demanda de artículos de lujo, como en otros sectores de la economía, ha caído fuertemente, y Richemont está afrontando las condiciones de mercado más duras desde su creación hace 20 años”. El grupo dividió en octubre sus actividades en dos ramas distintas: la compañía Richemont, centrada en artículos de lujo, y Reinet Investment, que funciona como un fondo de inversiones, que cotiza en la Bolsa de Luxemburgo y que tiene una participación del 19,4% de British American Tobacco. Richemont posee una cartera de marcas de lujo entre las que se encuentran Cartier, Vacheron-Constantin, Lange & Söhne, Officine Panerai, Piaget, IWC, Jaeger-LeCoultre y Baume & Mercier.