En un informe sobre cinco países africanos, WWI reconoce mejoras, pero detecta problemas graves con los residuos líquidos de las empresas confeccionistas

25.08.2021.- WWI (Water Witness International), una organización internacional dedicada a promover la mejora del agua, ha publicado un informe sobre la gestión del agua en el sector textil y confeccionista. Además de consideraciones globales, aporta un análisis en cinco países africanos donde la industria confeccionista tiene un peso especial porque trabaja para las grandes marcas globales. Se trata de Etiopía, Lesotho, Madagascar, Islas Mauricio y Tanzania.

Aunque el informe reconoce algunos avances ya realizados en ellos, también destaca los graves problemas todavía existentes. De hecho, las fábricas de este sector vierten muchas veces sus aguas residuales a los ríos sin ningún tipo de tratamiento. Los problemas, sin embargo, comienzan antes. Las fábricas compiten con sus comunidades locales por el uso del agua y a menudo reciben un trato preferente. Muchas veces, los trabajadores de esas fábricas –el 80% de los cuales son mujeres- no tienen acceso a un agua segura en sus casas, lo cual disminuye sensiblemente su calidad de vida. Lo mismo ocurre incluso en sus lugares de trabajo.

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Un río recibe agua no tratada donde es evidente el resto de pigmento denim

WWI, en consecuencia, exige más responsabilidad a las empresas causantes de esta situación. Resultan urgentes una mejor gestión del agua, la certificación de las fábricas en este terreno y la información sobre sus estándares y sus logros. No pedimos –asegura el WWI- el final de la subcontratación textil en África. Pero deseamos que el trabajo se realice en forma sostenible y justa para todos. Fabricantes, marcas, detallistas, inversores y consumidores deben contribuir a que el sector textil/confección deje una huella positiva en África de su tratamiento del agua.

África debería ser un modelo, no una víctima

El crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo no puede conllevar un impacto negativo en el agua. África debería convertirse en un modelo global de producción sostenible y de condiciones laborables justas, y no en una nueva víctima de la fast fashion.

El informe, en efecto, desvela situaciones extremas que exigen un remedio urgente. En algunos casos, el Ph de los ríos alcanza niveles insostenibles; en otros, resulta visible a simple vista la polución con pigmentos azules, consecuencia de la producción de denim. El agua de estos ríos supone una amenaza para la gente que vive a su alrededor y a sus cosechas porque de ahí sale el agua con la que riegan sus campos. La polución produce incluso quemaduras y otros problemas en la piel.

El WWI recuerda que la mejora de la gestión del agua frente a los residuos industriales constituye uno de los 17 obtejtivos de desarrollo sostenible definidos por Naciones Unidas.

La polución provocada por el sector textil/confección constituye un problema significativo en África, señala Sareen Malik, secretario de la African Civil Society Network for Water and Sanitation. Los residuos no tratados están matando nuestros ríos, que ya no tienen vida. Las empresas deben dejar de ensuciar nuestros ríos. Necesitamos crecimiento económico, pero nunca a expensas de nuestras vidas y de nuestro entorno.

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El WWI asegura que lavado y acabado del denim es uno de los problemas más graves

Ya existen estándares sobre el tratamiento del agua

El cultivo del algodón da trabajo en África de 3,5 millones de agricultores. El sector confeccionista supone en bastantes casos el 60% de los ingresos por exportaciones y el 30% del PIB. Sus mercados principales so Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Asia Oriental y Estados Unidos. El informe incluso señala por sus nombres a casi 50 marcas que se aprovisionan con frecuencia en África. Entre ellas aparecen Levi’s, G-Star, Tommy Hilfiger, Gap, Asos, Zara, H&M y Mango.

Los autores del estudio no pudieron, sin embargo, relacionar los daños constatados con marcas específicas. Muchas de las marcas mencionadas, en efecto, tienen actualmente una buena reputación en cuanto a la sostenibilidad.

Este año, por ejemplo, G-Star lanzó una colección con el certificado C2C Gold Melfort Denim. Otras utilizan procesos que reducen su uso de pigmentos, químicos, agua, etc. Gap anunció en marzo nuevos objetivos en su gestión del agua que mejorará su calidad para 2 millones de personas en 2023.

El sector, por otro lado, cuenta ya con estándares reconocidos, como el de la Alliance for Water Stewardship (AWS). Algunas empresas –como H&M y PVH, matriz de Tommy Hilfiger y Calvin Klein- ya lo han adoptado.

Otras iniciativas importantes y ya bien conocidas son el Índice Higg y las normas del SAC (Sustainable Apparel Coalition); Textile Exchange o Zero Discharge of Hazardous Chemicals (ZDHC).

+ Info: https://waterwitness.org/