Informaciones contradictorias sobre la situación de la empresa alicantina de hilaturas Belda Llorens. Si la semana pasada se anunciaba el cierre sin acuerdo de la negociación del ERE con su plantilla, con indemnizaciones de mínimos, esta semana medios locales informan de la retirada de este ERE, sin confirmación por parte de la compañía.

Dos meses después de anunciar un ERE de extinción, la incertidumbre reina alrededor de la situación de Belda Llorens. La histórica hilatura alicantina cerró la semana pasada las negociaciones con su plantilla respecto a las condiciones de este expediente regulador de empleo, que dejaría a 103 personas sin trabajo, sin lograr un acuerdo.

Belda Llorens cesará sus operaciones previsiblemente antes de verano.
Belda Llorens cesaría sus operaciones previsiblemente antes de verano.

Según estas informaciones, avanzadas por el medio local Alicante Plaza, los trabajadores percibirían la indemnización mínima legal para un despido procedente, al zanjar estas negociaciones sin acuerdo. Esto es, 20 días por año trabajado con un máximo de 12 meses. Tal y como se dijo a finales de abril, la empresa iría despidiendo a sus trabajadores paulatinamente, a medida que fuera teniendo liquidez suficiente para pagar la totalidad de las indemnizaciones.

Sin embargo, este lunes ha saltado una información contraria, publicada igualmente por el citado medio, que afirma que Belda Llorens habría retirado dicho ERE de extinción. Faltaría saber si la empresa continuará entonces su actividad y, en ese caso, como se reincorporarían los empleados a sus puestos de trabajo.

Frente a esta última noticia, Belda Llorens no ha querido hacer declaraciones para Pinker Moda. Así, la situación en la compañía sigue siendo incierta.

Dos meses en espera

Siguiendo con las informaciones del medio alicantino citado, más del 90% de la plantilla de Belda Llorens se encuentra desde hace más de un mes en permiso retribuido, sin acudir a sus puestos de trabajo. Solo unos pocos trabajadores asisten a la sede de la empresa, en Banyeres de Mariola (Alicante), para atender a los posibles compradores que puedan visitar las instalaciones. Esta situación laboral se debería prolongar hasta que el grupo obtenga ingresos, por la venta de su maquinaria o de sus últimos productos, para poder afrontar el pago del centenar de indemnizaciones.

Sin embargo, si finalmente reprenden la actividad, faltaría saber cómo se reincorporará este centenar de empleados a sus puestos de trabajo.

Falta de acuerdo

Los representantes de los trabajadores expresaron su malestar y rechazo a la falta de acuerdo en las negociaciones por el ERE. La plantilla se opone a la indemnización mínima legal, así como al pago paulatino de los despidos, por temor a que se llegue al fondo de garantía y queden indemnizaciones sin pagar. Asimismo, los portavoces sindicales reprochan a la empresa el desarrollo de las negociaciones, frente a una «falta de voluntad empresarial» para alcanzar un acuerdo con los trabajadores.

El monto total de las indemnizaciones cumplirá con el mínimo legal establecido, que además era la oferta presentada por la compañía. Sin embargo, los representantes de los trabajadores habían planteado una indemnización de 27 días por año trabajado con un máximo de 18 meses, propuesta que la empresa no aceptó.

De entrada, los trabajadores pidieron más documentación para conocer la situación de la empresa y poder negociar «en condiciones» las condiciones del ERE, que finalmente cerró sin acuerdo. Aunque terminó 2023 con unos beneficios de casi 90.000 euros, según recoge el Registro Mercantil, en 2022 acumulaba todavía cinco años de pérdidas, con más de 1,5 millones de euros en negativo. Su bajo margen operativo y la caída de la facturación habrían llevado a los propietarios a cerrar el negocio. 

Para más información: https://beldallorensyarns.com/

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