El equipo de la hilatura alicantina Belda Llorens empieza la negociación de las condiciones del ERE de la compañía, que afectará a un centenar de trabajadores.

Una semana después de recibir la notificación, la plantilla de Belda Llorens empieza la negociación, mediante sus representantes, respecto al ERE anunciado por los propietarios de la compañía.

Instalaciones de Belda Llorens en Banyeres de Mariola (Alicante), recubiertas de placas fotovoltaicas.

La primera reunión, programada inicialmente para el 20 de marzo -apenas dos días después de avisar a los trabajadores-, tal y como confirmaron los representantes sindicales de UGT, se celebró finalmente el 26 de marzo. Acudieron los sindicatos y los representantes de la propiedad de la empresa, según ha informado el medio local Alicante Plaza. De entrada, los trabajadores piden más documentación, para conocer la situación de la empresa y poder negociar «en condiciones» con los asesores del comité.

Belda Llorens ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción, con la intención de finalizar sus operaciones y cerrar la empresa. El motivo sería la complicada situación financiera de la compañía. Aunque terminó 2023 con unos beneficios de casi 90.000 euros, según recoge el Registro Mercantil, en 2022 acumulaba todavía cinco años de pérdidas, con más de 1,5 millones de euros en negativo. Su bajo margen operativo y la caída de la facturación en 2023 -pese a cerrar el ejercicio en positivo- habrían llevado a los propietarios a cesar ahora el negocio. Por otro lado, algunas fuentes confidenciales apuntan a ciertas desavenencias en la familia propietaria.

En enero de 2023 falleció el fundador de la empresa, Francisco Mataix. En ese momento, tomaron la gestión varios miembros de la familia. Actualmente, Jorge Mataix desempeñaba las funciones de director general de Belda Llorens.

Negociación a contrarreloj

Después de un primer encuentro, del que no ha trascendido ningún acuerdo, la mesa de negociación se ha emplazado a una nueva reunión para esta primera semana de abril. La propiedad quiere saldar el asunto en el plazo máximo de un mes.

Actualmente, Belda Llorens contaba con 103 trabajadores. Todos ellos quedarán afectados por este ERE. La compañía ya emprendió un despido colectivo en 2008, con motivo de la crisis económica de aquel año, que afectó a unos 200 empleados en aquel momento. Según fuentes sindicales, la previsión de la empresa es cerrar su producción antes de mayo.

Tal y como ha avanzado el medio local citado, la compañía se ha presentado ya en preconcurso de acreedores, con el fin de buscar acuerdos con estos antes de llegar al concurso. La intención es avanzar hacia la liquidación.

Para más información: https://beldallorensyarns.com / https://pv.ugt-fica.org

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