Dos años después de la irrupción del metaverso en la moda: ¿Qué queda ahora?
Tras un entusiasmo inicial desmedido en el caso de algunas marcas y la prudencia en otras firmas, ahora el sector de la moda recurre al metaverso sobre todo en aplicaciones tangibles y sostenibles.
El uso del metaverso en las empresas de moda continúa evolucionando, aunque con un entusiasmo más matizado que en sus primeros años. Varias marcas lo han integrado como una extensión de su estrategia digital. También se enfrentan, sin embargo, a desafíos y reevaluaciones de su enfoque inicial.
El tema tiene varios aspectos que repasamos a continuación.
Desfiles y eventos virtuales. Marcas como Dolce & Gabbana, Gucci y Tommy Hilfiger han participado en iniciativas como la Metaverse Fashion Week. Este año se celebró del 20 al 24 de noviembre. También han estado presentes en plataformas como Decentraland. En general, permiten a los consumidores experimentar desfiles, comprar prendas digitales y personalizar sus avatares.
NFTs y moda digital. Los NFTs se han consolidado como un puente entre la exclusividad del lujo y el metaverso, ofreciendo colecciones digitales que generan ingresos y nuevas experiencias para los consumidores. Sin embargo, su popularidad está algo limitada por la saturación inicial del mercado y la volatilidad del valor de las criptomonedas.
Sostenibilidad y personalización. El metaverso ofrece una manera más sostenible de consumir moda al evitar la producción física, además de permitir altos niveles de personalización en prendas y accesorios virtuales.
Obstáculos y retos para el metaverso
Expectativas infladas. Algunas empresas y referentes del sector, como Bernard Arnault, presidente del grupo LVMH, habían expresado ya hace tiempo su escepticismo sobre el potencial del metaverso. El conglomerado del lujo destacó la necesidad de aplicaciones tangibles y sostenibles que conectasen con los valores de la industria.
Impacto ambiental. Aunque la moda digital elimina desechos físicos, la infraestructura tecnológica detrás del metaverso genera una huella de carbono significativa. Preocupa a las marcas comprometidas con la sostenibilidad.
Perspectivas futuras. Aunque el entusiasmo inicial ha disminuido, muchas marcas siguen invirtiendo en tecnología relacionada con el metaverso. Se estima que para 2030, estas inversiones podrían representar hasta el 3,5% de los ingresos de las empresas de moda. Se centrarían en experiencias híbridas que combinen lo físico y lo digital.
En resumen, aunque el uso del metaverso en la moda ha pasado por una fase de ajuste, sigue siendo una herramienta clave para la innovación. Ahora se busca un enfoque más realista, dirigido a aplicaciones específicas y sostenibles.
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